Por: Claudio Vargas Acapulco Gro., junio 04 del 2017 (Acapulco al Desnudo.com) La violencia en Guerrero no solamente se manifiesta contra las personas sino también contra naturaleza y el medio ambiente; en Acapulco en la emblemática Ceiba Amorosa a un lado del Puente Bicentenario, fue taladrada sin piedad hasta que le causaron la muerte.
Un grupo de activistas, este domingo se manifestaron sobre la avenida Cuauhtémoc y denunciaron que “hay luto ambiental porque le dispararon a la Ceiba urbana por todos lados para quererla matar”, Entre los inconformes está la profesora Mónica Corazón y el arquitecto Domitilo Soto acompañado de más voluntarios que se encuentran molestos por esta acción de atentar contra la naturaleza y el medio ambiente.
Con pancartas le mostraban a la gente que delincuentes ahora atacaron a la Ceiba con orificios en su tronco realizándole perforaciones tal como una bala de un rifle AK47 atraviesa un cuerpo humano, hasta matarlo. Con pintura amarilla señalaron los orificios hechos a propósito para que secaran la Ceiba y al parecer lograron el objetivo.
De acuerdo con las opiniones de los ambientalistas, en otros países del mundo, los desarrollos y obras se realizan tomando en cuenta primero el medio ambiente y tratan a toda costa no cortar árboles que permiten las mejores condiciones para una mejora calidad del aire; pero a manera de desgracia, en Guerrero, sucede todo lo contrario, buscan a como dé lugar acabar con la naturaleza y como depredadores intentan acabar con la poca vegetación que ayuda a mejorar las condiciones climatológicas.
El negocio que intentaba realizar el asesor del gobernador de Guerrero, el ecuatoriano, Fernando Donoso Pérez, que fue de ser un vendedor a trabajar como funcionario de gobierno y que, según medios locales, quería cobrar 4 millones de pesos por remover la Ceiba Amorosa, pero después de las manifestaciones de los grupos ambientalistas todo se vino abajo.
Ahora, la Ceiba está muerta y lo que resta ahora es que vengan a talarla como lo han hecho con árboles que también misteriosamente se secaron en el zócalo de este puerto amén de la cultura de las autoridades del estado por cuidar los pocos árboles que ayudan a mejorar la calidad del aire que respiramos.