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Vie, Abr

RESULTADO PSV-BARCELONA... El Barça, primero de grupo

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El PSV salió con una presión altísima para molestar al Barça en su salida. Lo consiguió bastante durante los primeros minutos y los de Valverde reaccionaron torpemente, como en el Wanda. El primer desastre concreto lo protagonizó Busquets perdiendo un balón que le obligó a hacer él mismo una falta casi al límite del área. Pereiro casi marca de un parabólico disparo, pero voló Ter Stegen para rechazar a córner. A la salida del córner, De Jong casi marca, pero otra vez Ter Stegen se lució para evitarlo.

Van Bommel puso a los dos más rápidos arriba y a De Jong de media punta por detrás de ellos. Sorprendió al Barça, atontado, que jugaba sin saber lo que quería y sólo Dembéle estaba enchufado y trataba de despertar a su equipo. Messi, inédito. Poca luz en el juego azulgrana. Coutinho empezó a intentar algo sobre el minuto 10 y su equipo empezó a vivir cerca del área rival y a engrasar la maquinaria. Todo lento como un despertar de fin de semana; tan lento que en el interín Pereiro remató al palo tras un error garrafal, incomprensible de Rakitic.

Qué triste y soporífero es el Barcelona en modo vulgar, qué terrible aburrimiento. A mi hija le empieza a gustar el fútbol y le dejé ver la primera parte como gran extra, porque normalmente se va a dormir a las 20:30. Cayó frita mucho antes de que terminara, con la ilusión que le hacía quedarse despierta hasta más tarde. Duerme, Maria. Y casi se duerme tu padre.

Pereiro en el 23 la volvió a tener, ganándole la posición a Lenglet, pero chutó a las nubes. Mal partido del Barça, pésimo, que no se imponía e iba a remolque de un equipo a fin de cuentas doméstico, líder en la liga holandesa pero colista de su grupo en la Champions. Sobre el 35 el Barcelona tuvo un fulgor y Messi y Coutinho pudieron marcar pero sus acciones quedaron en poco, o en nada. El fulgor se prolongó hasta dar la sensación de que el equipo quería tomar el control del partido, pero mientras lo intentaba Ter Stegen perdió un balón -otro- que casi le cuesta el 1 a 0. De Zoet, muy seguro, paró dos disparos de Messi desde la frontal del área. Justo antes del descanso De Jong remató al travesaño y Dumfries al palo.

Valverde en el banquillo ponía una cara terrible, como de sufrir estreñimiento. Espero que sólo sea una metáfora. La segunda mitad empezó como la primera, con Dembélé como despertador de su equipo, que continuaba instalado en sus constantes imprecisiones. Intercambio de golpes sin elaborar, con protagonismo de los dos porteros, brillantes ambos, aunque Ter Stegen estuvo poco fino con los pies, como su defensa, y por ello al equipo le costó tanto salir con el balón controlado.

Y en el 60 llegó el gol, el gol del de siempre, de Leo Messi. Dos recortes y un disparo seco. Buen gol, difícil, técnicamente perfecto. Una vez más, el argentino rescataba a su equipo de su tediosa vulgaridad. Malcom entró por Coutinho. Y en el 69, Messi chutó una falta que en lugar de buscar portería buscó a Piqué, que remató el centro para el 0 a 2. Fue un poco un churro de jugada preparada, pero al fin y al cabo acabó en gol. ¿Pudo ser una carambola? Tal vez, aunque Messi nunca chuta tan mal.

Si el Barcelona se hubiera encontrado a un rival de una mínima entidad, habría tenido muchos problemas. Denis Suárez entró por Dembélé. Con la primera plaza del grupo asegurada, al Barça sólo le interesaba mantener la ventaja y la vio amenazada en el 82 cuando De Jong consiguió el 1 a 2. Pero a pesar del descontrol, y de que si el PSV no empató no fue porque el Barça no hiciera todo lo posible por ayudarle -con sus últimos minutos de equipo pequeño, perdiendo el tiempo-, la victoria no se escapó y lo que no nos dio el fútbol, nos lo dio el resultado.