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Sáb, Abr

Trump consigue que los centroamericanos que pidan asilo se queden en México

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La victoria es, sobre todo, porque el plan cuenta con el apoyo, al menos de momento, de México

(ABC) Desde hace meses, Donald Trump busca impedir que los miles de inmigrantes que cruzan la frontera desde México se queden en EE.UU. mientras se tramita -a veces, durante años- su petición en los juzgados de inmigración. Consiguió una gran victoria -política y diplomática- tras el anuncio de su secretaria de seguridad interior, Kirstjen Nielsen, de que los solicitantes de asilo serán devueltos a México y allí permanecerán hasta que tengan su cita con las autoridades migratorias. La victoria es, sobre todo, porque el plan cuenta con el apoyo, al menos de momento, de México. Ayer, el ministerio de Asuntos Exteriores de México informó que ante la decisión «unilateral» de EE.UU. de devolver a los solicitantes de asilo, el país autorizará su “estancia por razones humanitarias” de manera temporal, permitirá que soliciten un permiso de trabajo y se respetarán sus derechos humanos.

Nielsen aseguró que los inmigrantes «ya no podrán desaparecer en EE.UU., donde muchos no acuden a su cita en los juzgados» y la medida afectará tanto a quienes entran por pasos fronterizos y piden asilo como a quienes cruzan la frontera ilegalmente y solicitan entonces la protección. «El ‘catch and release’ (‘atrapar y soltar’) va a ser sustituido por ‘catch and return’ (atrapar y devolver)», celebró la secretaria.

El plan, sin embargo, apunta a ser combatido en ambos lados de la frontera. Como en la gran mayoría de las decisiones de Trump para fortalecer la política migratoria, las organizaciones de derechos civiles pelearán la decisión en los tribunales, y es previsible que el asunto acabe en un bloque judicial del plan hasta que lo resuelvan instancias superiores. En México, mientras tanto, la aquiescencia del nuevo Gobierno de Andrés Manuel López Obrador encontrará resistencia en ciudades fronterizas como Tijuana, donde la llegada de caravana de inmigrantes centroamericanos ha encontrado resistencia de los vecinos. La postura de López Obrador es ser flexible con el endurecimiento de la frontera que defiende Trump y lograr a cambio inversiones multimillonarias en Centroamérica y regiones empobrecidas de México. Un ‘plan Marshall’ que no disgusta a Trump, pero al que no se ha comprometido todavía con ningún desembolso.