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Sáb, Abr

Brasil bloquea 2.500 millones a la empresa causante del vertido

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La rotura del dique ha provocado al menos 58 muertos y 305 desaparecidos

(ABC) Los bomberos y las fuerzas de rescate retomaron este domingo las búsquedas por supervivientes en Brumadinho, el municipio brasileño de Minas Geraisque fue cubierto por el lodo contaminado de la minera Vale. El número de muertos, que puede seguir aumentando, ya llega a 58 y el de desaparecidos supera los trescientos (305 en total).

Las búsquedas habían sido detenidas ante la posibilidad de un nuevo colapso de otro de los tres diques de la mina. A las 5 de la mañana, los habitantes del municipio despertaron en pánico con una sirena de alerta que recomendaba evacuación y la paralización de las búsquedas, pero en la tarde el teniente coronel Flavio Godinho, de la Defensa Civil, informó que el riesgo había sido reducido. Otras 192 personas fueron rescatadas y 23 heridos trasladados a hospitales.

Entre los desaparecidos aún hay esperanza de vida, pues uno de los problemas han sido las fallas en las comunicaciones y los móviles perdidos en el barro. Al menos 70 familias perdieron sus casas y se encuentran durmiendo en hoteles.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, aliado del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ofreció ayuda. Su Gobierno envió a Minas Gerais un avión con 129 militares, especializados en rescates en catástrofes, y equipos de excavación. Bolsonaro visitó y sobrevoló el área de helicóptero, el sábado.

Licencias ambientales

La catástrofe ocurrió el viernes a la hora del almuerzo, cuando un dique minero de 86 metros de altura y con una capacidad de contención de 12 millones de metros cúbicos, se rompió, derramando lodo con residuos de una mina de hierro, como restos de minerales y derivados de amoniaco.

Según informes de la empresa, que es la principal minera de Brasil y una de las mayores del mundo, la presa de la mina Córrego de Feijão había sido considerada segura por dos inspecciones recientes, pero el desastre ha encendido un debate entre técnicos y ambientalistas, que aseguran que el poder público local viene reduciendo la cantidad de exigencias al otorgar licencias ambientales.

Por el momento la Fiscalía brasileña ha bloqueado 2.500 millones de euros de Vale con el objetivo de garantizar fondos para atender a las víctimas. El diario « O Estado de São Paulo» difundió que la Agencia Nacional de Aguas (ANA) detectó en los últimos tres años, un total de 54 diques de agua con problemas de infraestructura, más de la mitad de los que fiscaliza.

El presidente de Vale, Fábio Schvartsman, informó que el dique fue certificado en septiembre por la empresa alemana TÜV SÜD, sin que se encontrasen defectos. Según las primeras evaluaciones, el volumen de lodo sería muy inferior a los cerca de 50 millones de metros cúbicos derramados en otro accidente de Vale, en noviembre del 2015, en el municipio de Mariana, a unos 120 km de Brumadinho, que dejó 19 muertos, y es considerado el peor crimen ambiental de la historia brasileña.

Para el especialista Rómulo Sampaio, profesor de derecho ambiental de la Fundación Getulio Vargas, la tragedia de Mariana debería haber sido una lección para evitar un nuevo desastre. «No sirve de nada enfocarse en nuevas leyes si las instituciones, sistemas y mecanismos de control de actividades de riesgo no se perfeccionan. Brasil necesita una verdadera revolución regulatoria en el tema del medio ambiente, lo que significa inversión masiva en la estructuración de los órganos de control, en la capacitación de empleados, a corto y mediano plazo, y en remodelar las instituciones a largo plazo», afirma. Según Sampaio, Brasil tiene una excelente legislación ambiental, pero no la está implementando.