23
Mar, Abr

Cuando la violencia se convierte en una diversión y espectáculo teatral

Municipios
Typography

Por: Claudio Vargas     Intervienen elementos del Ejército en riña de estudiantes de preparatoria; las batallas campales van desde peleas de hombres con machetes y cuchillo hasta peleas entre mujeres a puño limpio y desgreñadas

Acapulco Gro., junio 01 del 2017(IRZA) La violencia se ha convertido ya en parte de la vida cotidiana en Guerrero, la riña de estudiantes de escuelas preparatorias convertidas en verdaderas batallas campales, van desde el agarrón con machetes y cuchillos entre hombres, hasta las peleas interminables de mujeres. 

Esta tarde sobre la avenida Universidad, a escasos cien metros de la Costera un grupo de mujeres estudiantes de la preparatoria 7 Salvador Allende Gossens de la UAGro, se enfrentaban a golpes, ante la mirada de propios y extraños.  El escándalo fue tal que varios automovilistas detuvieron la marcha, porque las dos estudiantes yacían en el centro de una calle paralela, dándose con todo.

Los gritos se escuchaban de un extremo a otro de esa importante avenida, en la que poco a poco se iban sumando estudiantes y la pelea que en un principio era de dos mujeres ahora, era un verdadero tumulto de otras mujeres que entraron a defender cada cual a su compañera y la guerra se armó.

Dos soldados de infantería que mantenía la seguridad de la preparatoria de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) tuvieron que intervenir e intentar separar a los estudiantes que se estaban golpeando con todo en cara y cuerpo.

También conductores se bajaron de sus autos y ayudaron a los militares a separar a las mujeres que con mucha rabia no dejaban de golpearse. Jadeando una mujer casi le desprende el pelo a una estudiante que estaba revolcada y empapada de escurrimientos de aguas negras.

Aunque la batalla campal duró cerca de 25 minutos, el grupo de mujeres al ver la llegada de los dos solados y personas que entraron a separarlos, se empezaron a retirar de la zona del conflicto y a los pocos minutos todo volvió a la normalidad.

Ya a cinco cuadras, los dos grupos de mujeres enfrentadas empezaban a contar sus hazañas, de cómo había golpeado a su contrincante.  Otra le decía que, para la próxima pelea, no permita que la tome de los cabellos y que la tumbe al suelo, porque no podrá levantarse.

La adrenalina corría por las venas de las estudiantes y aseguraban que la pelea fue todo un éxito, sobre todo porque duraron varios minutos sometiendo a su compañera ante los gritos de otros estudiantes que aplaudían la pelea como un verdadero espectáculo.