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Mar, Abr

BAJO FUEGO / De Papagayo a Las Cruces / José Antonio Rivera

Opinión
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Tal parece que es la ruta que habrá de recorrer en fecha próxima Evodio Velázquez Aguirre, luego de que se apliquen las respectivas auditorías sobre los presuntos desvíos y malversaciones del presupuesto público del municipio de Acapulco. Con esmero y tesón, el joven alcalde logró colocarse como el munícipe más repudiado en la historia de este sufrido municipio, competencia en la que rebasó con suficiencia el trienio de Félix Salgado Macedonio, que ya es mucho decir.


   Hasta donde se cuenta con alguna información, la Auditoría Superior del Estado (ASE), que depende del Congreso local, ya comenzó a hurgar en el manejo financiero del todavía alcalde y se espera que haga lo propio la Auditoría Superior de la Federación (ASF) para auditar la aplicación de recursos del orden federal.
   La presunción -que ya comienza a tener visos de certeza para quienes han comenzado a revisar las cuentas- parte de los diferentes escándalos por deficiencias financieras en el manejo y aplicación de recursos para servicios fundamentales, además de una serie de operaciones irregulares que se llevaron a cabo en diferentes dependencias del municipio, sobre todo las que estuvieron a cargo de los amigos personales del edil.
   Las cifras de irregularidades que ya se comenzaron a filtrar ascienden a varios millones de pesos de los que tiene que dar cuenta el alcalde, no sus amigos ladrones.
   Para quien carezca de un contexto sobre las operaciones irregulares en el Ayuntamiento de Acapulco, sólo deben bastar algunos casos de muestra que dan una idea de la disfunción que embargó la administración de Velázquez Aguirre, lo que mantiene en una quiebra técnica al municipio.
   -De la seguridad pública, la función primordial del estado, ni hablar: a Evodio nunca le importó la proliferación de muertos por todos lados, ni el hecho de que durante su gestión la matanza se extendió a la Costera Miguel Alemán y al propio zócalo, donde en últimas fechas han ocurrido homicidios y persecuciones. Claro, en ninguno de los casos resultó afectado ninguno de los miembros de su familia.
   -La recolección de basura siempre fue deficiente, pero en el último año entró en una fase terminal que obligó a la autoridad estatal a declarar cuatro emergencias sanitarias, con sus debidas medidas de apremio, para proteger la salud de la población. El caso es que mientras Evodio se la pasaba confrontando a sus imaginarios enemigos, la ciudad estaba ahogada en basura. Realmente es deprimente e insultante -y repugnante, valga la mención- caminar entre tantos desechos esparcidos por doquier, tanto en la periferia como en el centro de la ciudad.

   -El suministro del agua potable, que de por sí tiene una obsolescencia de 50 años, simplemente colapsó. Son decenas de colonias en el casco urbano como en los suburbios las que carecen de agua desde hace semanas y, en algunos casos, lo padecen desde hace meses. Lo reclamos pueden verse a diario en distintos puntos del puerto.
   -Los empresarios de la construcción, como muchos otros prestadores de servicios, reclaman el pago de adeudos de los últimos tres años, es decir, el lapso de tiempo de su administración.
   -Los movimientos de protesta de los trabajadores municipales han sido cada vez más frecuentes dado que cada quincena estos más de 8 mil empleados municipales se enfrentan a retrasos inexplicables.
   -El caso de las plazas basificadas acordadas con el SUSPEG a través de  los corruptísimos líderes sindicales Emma Torres y Humberto Piza, es uno más de los escándalos del alcalde. Los trabajadores inconformes hablan de unas 500 plazas de por vida concedidas en beneficio de familiares de altos funcionarios como Octavio Olea Apátiga y Hansel Patricio Abarca, titulares de la secretarías General y de Finanzas en forma respectiva, así como de muchos otros familiares y amigos de funcionarios. Este caso se encuentra en las puertas de los tribunales y en fecha próxima dará de qué hablar.
   -Los tres millones de pesos incautados por la Policía Federal sobre la Autopista del Sol en junio pasado parecen haber caído en manos corruptas que simplemente le dieron carpetazo. Pero existe una iniciativa que pretende darle continuidad a la investigación porque, claro, nadie se cree que una empresa de mensajería era la propietaria del dinero. En este caso la investigación podría alcanzar a la ahora diputada Perla Edith Martínez Ríos, a quien se imputa el tráfico de dinero como un delito electoral.
   Estos casos de muestra pintan de cuerpo entero a Evodio y sus amigos, es decir, los dibujan como una casta de políticos corruptos y, además, cínicos. No obstante, en fecha próxima comenzarán a aparecer las evidencias del saqueo despiadado que este grupo de políticos de nueva generación cometieron con los recursos públicos de Acapulco.
   No por nada Velázquez Aguirre habla ahora de establecer una alianza con el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), donde inicialmente le habían guiñado ojitos.
   Y es que, hábil como pocos, el edil líder de la corriente Nueva Mayoría del Partido de la Revolución Democrática anticipó el escenario y, para afianzar su sobrevivencia, traicionó al joven candidato frentista Jacko Badillo, con miras a caminar en lo sucesivo de la mano de los morenos.
   De esta forma, redirigió el voto de su corriente hacia Morena para garantizar su futuro político y escalar nuevos espacios en el inédito escenario político de Guerrero. Vaya cinismo.
   En el camino, sin embargo, tendrá que sortear reclamos legales y, probablemente, un procedimiento de tipo penal que ya muestra su rostro. Si Morena incurre en una desmesura tal como una alianza con Nueva Mayoría de Evodio Velázquez, estará cavando su tumba política por anticipado.
   ¿Borrón y cuenta nueva para Evodio y su banda? Habrá que verlo.