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Sáb, Abr
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Concepción artística de Kelt-9 y su planeta

Ciencia y tecnología
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El apocalíptico final del planeta más caliente conocido. Situdado a 650 años luz de la Tierra, el ardiente Kelt-9b está siendo arrastrado hacia su estrella

Acapulco Gro., 17 de julio del 2018(ABC) Descubierto el pasado año, Kelt-9b es un auténtico infierno. Situado a 650 años luz de la Tierra, este mundo es el más caliente conocido, con temperaturas superiores a las de algunas estrellas. Con una masa tres veces la de Júpiter y casi el doble de su diámetro, gira extremadamente cerca de su sol -su órbita completa dura un día y medio terrestres- y luce una gigantesca y brillante cola de gas como si fuera un cometa. Pues resulta que esta rareza cósmica tiene los días contados. Su final va a ser apocalíptico.

Un reciente estudio llevado a cabo con el instrumento CARMENES, del Observatorio de Calar Alto, ha revelado la presencia de una atmósfera de hidrógeno en torno a Kelt-9b, que está siendo arrastrada y capturada por la fuerza gravitatoria de su estrella. El resultado se ha publicado en la revista «Nature Astronomy».

La temperatura de la estrella Kelt-9 asciende a unos 10.000 ºC (el Sol alcanza los 5.500ºC), y su planeta gira alrededor de ella en una órbita diez veces más pequeña que la de Mercurio en torno al Sol. Este planeta muestra una temperatura diurna de 4.300ºC, más caliente que muchas estrellas.

Kelt 9-b fue hallado mediante el método de los tránsitos, que consiste en observar las pequeñas variaciones que se producen en el brillo de las estrellas cuando sus planetas pasan por delante.

Evaporado

Al observar la estrella Kelt-9 con el espectrógrafo CARMENES, instalado en el telescopio de 3,5 metros en el Observatorio de Calar Alto, se encontraron rastros de la atmósfera del planeta: cada vez que el mundo se hallaba frente a su estrella podían detectar cómo su atmósfera rica en hidrógeno absorbía parte de la luz de su estrella anfitriona. «CARMENES ofrece una vista particularmente detallada y de alta resolución del espectro estelar, lo que la convierte en una excelente herramienta para este tipo de observación», apunta Pedro J. Amado, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) que ha codirigido el desarrollo del instrumento.

La atmósfera de hidrógeno que rodea Kelt-9b es sorprendentemente extensa, equivalente a más de la mitad del radio del planeta. Los modelos que simulan cómo la gravedad de la estrella tira del gas del planeta muestran que se halla cerca de su tamaño máximo, y se estima que el planeta está perdiendo hidrógeno a una tasa de más de cien mil toneladas por segundo. Prácticamente, está siendo absorbido por su estrella. Kelt-9 irradia tanta radiación ultravioleta que puede evaporar por completo el planeta o dejarlo en su núcleo rocoso sólido, si es que es posible que lo tenga, como especulan algunas teorías.