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Jue, Abr

El calentamiento global ha alterado el plancton, el pulmón del planeta en los océanos

Ciencia y tecnología
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Este componente esencial de los ecosistemas de los océanos, que produce una gran parte del oxígeno de la Tierra y que alimenta a casi todos los animales marinos, está «migrando» en busca de aguas más frías

No es un secreto que las plantas son el pulmón de la Tierra. Por medio de la fotosíntesis, usan la energía solar para producir todas las moléculas que consumen los animales y en el camino liberan el oxígeno que necesitamos para respirar. Pero lo cierto es que las plantas no son el único pulmón del planeta. En los océanos de todo el mundo viven flotando unos seres diminutos que liberan, según algunas estimaciones, hasta la mitad del oxígeno producido en el planeta. Se trata del plancton: es la fuente de energía de casi todos los seres vivos que viven en los océanos y absorben una gran parte del CO2 que el hombre produce en exceso al quemar madera y combustibles fósiles.

Hay sospechas y pruebas aquí y allá de que el calentamiento global de origen humano, que ha aumentado la temperatura de los océanos en 0,7 grados centígrados desde finales del siglo XIX, está afectando al plancton. Ahora, un estudio que se acaba de publicar en Nature y elaborado a partir de miles de observaciones, ha constatado que, efectivamente, el calentamiento global ha alterado el plancton en todo el globo, en comparación con cómo era hace 170 años, antes de la industrialización. Los investigadores han analizado un tipo de microorganismo que deja pequeños «cascarones» en los sedimentos,los foraminíferos, y han observado que llevan décadas desplazándose hacia aguas más frías. Este es un nuevo indicio de que la Tierra está entrando en el Antropoceno, una era geológica marcada por la actividad humana.

Diatomeas, una parte del plancton que lleva a cabo la fotosíntesis- Gordon T. Taylor

«Lo más importante es que, por primera vez, hemos podido comparar la situación del plancton antes y después de la influencia humana, durante la época preindustrial y la moderna», ha explicado a ABC Lukas Jonkers, geólogo en la Universidad de Bremen (Alemania) y primer autor del estudio. Y así han confirmado que sus comunidades han cambiado por todo el globo en respuesta a la actividad humana.

Un problema habitual a la hora de estudiar la escala de los efectos causados por la actividad del hombre en el planeta es tener datos de cómo era la Tierra en el pasado, antes de nuestra explosión industrial.

Huellas del pasado

En esta ocasión, el equipo de Jonkers recurrió a datos sobre los sedimentos de todos los océanos del mundo para tratar de reconstruir la composición del plancton antes de la industrialización, que comenzó aproximadamente en 1870. Para ello, usaron como representante del plancton al grupo de los foraminíferos, porque dejan pequeños cascarones de calcita que permiten reconstruir el pasado.

En concreto, los científicos compararon los datos de núcleos de sedimentos extraídos en más de 3.500 lugares, para la composición de los foraminíferos en el primer centímetro del suelo marino, que contiene un historial de lo ocurrido en la Tierra en los últimos siglos. Después, compararon esta información con los resultados de muchas investigaciones hechas entre los años 1978 y 2013 para la situación actual de estos microorganismos.

Las comparaciones permiten concluir que las comunidades que forman el plancton están cambiando en respuesta al calentamiento global. Y que el grado de cambio está correlacionado con el grado de cambio de las temperaturas.

«Los cambios en las comunidades de foraminíferos muestran, de forma indudable, que la influencia humana ha alterado considerablemente sus comunidades por todo el globo», escriben los autores en el estudio.

¿Se está adaptando el plancton?

Pero, ¿de qué forma están cambiando? ¿Hay motivos para preocuparse? En general, han observado que las comunidades no han sufrido variaciones internas, pero que sí han cambiado de sitio: por ejemplo, muchas de ellas han migrado hacia los polos.

«Parece que, por ahora, las comunidades han sido capaces de adaptarse», ha explicado Jonkers. «Nuestras observaciones también significan que probablemente entrarán en contacto con diferentes especies y con diferentes factores ambientales». Por ejemplo, puede que estén viviendo en un lugar donde la temperatura sea adecuada, pero que la salinidad o la luz solar sea diferente, a causa de la latitud o de la presencia de agua de deshielo, por ejemplo.

«Esta es la parte preocupante. No sabemos si podrán establecer nuevas interacciones, o si lo harán suficientemente rápido», ha explicado el investigador. «Estas son preguntas abiertas que tendrán que ser resueltas».

Jonkers ha subrayado que su investigación se limita a descartar que los cambios observados en el plancton responden a causas naturales, y sugiere que estos cambios son indicativos de un fenómeno más general en todos los ecosistemas marinos.

Sin embargo, ha destacado que este trabajo marca un camino que podría ser continuado por futuras investigaciones. Hacerlo es clave, dada la importancia del plancton en los ecosistemas marinos, especialmente en la formación de las redes tróficas de las que dependen los animales marinos. Esto, a su vez, puede tener un gran efecto en los servicios que los océanos proporcionan a la sociedad.