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Mié, Abr

El Atlético convence a Moussa Dembélé, un niño tímido convertido en delantero descarado

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FICHAJES... El atacante del Olympique Lyon, de 24 años, destaca por su juego de espalda, velocidad y capacidad realizadora

Sonaba desde hace días, pero más de un seguidor del Atlético de Madrid despistado todavía por los últimos coletazos navideños se llevó este domingo las manos a la cabeza cuando en las redes sociales empezaron a sucederse comentarios sobre Dembélé como inminente refuerzo rojiblanco. Apellido tan francés como lo son García, Rodríguez o Pérez en España, muchos aficionados lo asociaron con el nombre del delantero de cristal del Barcelona, pero el objetivo que está a punto de cerrar el conjunto rojiblanco para este mercado invernal no es Ousmane sino Moussa Dembélé, un potente atacante del Olympique Lyon de 24 años que esta temporada apenas está teniendo protagonismo en el conjunto entrenado por Rudi García.

 

El elegido por el Atlético, a falta de que su fichaje se haga oficial, es Moussa Dembélé (12 de julio de 1996), un delantero nacido en Pontoise, localidad al norte de París considerada como un suburbio de la capital en la que confluyen muchas familias de emigrantes de Malí el país de origen de los padres del actual futbolista del Olympique Lyon. Criado en un barrio donde el fútbol es religión, de allí salieron también otros grandes futbolistas franceses como N’Golo Kanté y Moussa Sissoko.

 

La precipitada marcha de Diego Costa ha dejado al equipo cojo en el centro de su ataque y el Atlético facilitará a Simeone un recambio para Luis Suárez, un futbolista que a finales de este mes cumplirá 34 años y que ya no está físicamente para tener que afrontar todos los minutos de un curso tan exigente como el actual por la interminable sucesión de partidos. Aunque también habían preguntado por Willian José, la exigencia de la Real Sociedad de incluir una cláusula obligatoria de compra tras una cesión de seis meses ha terminado echando para atrás a los dirigentes del Metropolitano, que finalmente han apostado por el francés. Un jugador que el pasado curso marcó 24 goles, uno más que el anterior, aunque esta campaña solo ha visto portería una vez en los 16 partidos que ha disputado, aunque solo en seis de ellos figurando como titular. En los últimos duelos del Lyon ni ha aparecido, pero no por decisión técnica sino por una fractura en el brazo sufrida el pasado 23 de diciembre y de la que está terminando de recuperarse. Hoy o mañana, dependiendo de las secuelas de la borrasca Filomena, está prevista su presencia en la capital de España para convertirse en rojiblanco.

 

Buen estudiante y muy familiar, Moussa Dembélé fue un niño reservado tanto dentro como fuera del colegio. Una timidez que comenzó a abandonar gracias al fútbol, que le ayudó a ampliar su círculo de amistades y a relacionarse con otros chicos de su edad. Ahora, sobre el césped, se muestra como un jugador descarado y siempre atrevido ante las defensas rivales. Aunque no le falta, no se le puede considerar un virtuoso de la técnica. El gol y su facilidad para moverse con espacios son las dos grandes cartas de presentación con las que ha convencido a los técnicos del club madrileño.

Opción de compra no obligatoria

A pesar de la fama de duro negociador que acompaña desde hace años a Jean-Michel Aulas, uno de los más exigentes del fútbol europeo, el presidente del Olympique Lyon ha dado su autorización a una cesión de seis meses al Atlético de Madrid y la inclusión en el contrato de una opción de compra para los rojiblancos que supera los 30 millones de euros. Una compra que no será obligatoria, la condición que querían evitar a toda costa en la entidad madrileña.

 

Juninho Pernambucano, director deportivo del Olympique Lyon, reconoció este mismo fin de semana la existencia de negociaciones con los madrileños por el delantero internacional francés sub 21. «Existe la posibilidad de que se vaya. No hay nada hecho, pero estamos hablando con el Atlético de Madrid y creo que Moussa ha llegado a un acuerdo con ellos. Si se va, le deseo buena suerte», afirmó el dirigente, que justificó el motivo para dejar salir al futbolista: «Vino a vernos y piensa que es el momento de cambiar de equipo. No sería bueno retener a un jugador que no quiere vivir de forma intensa los próximos cinco meses».

 

El Atlético no solo había preguntado por Willian José y Moussa Dembélé. En la agenda también estaba el nombre del polaco Milik, un delantero de 26 años al que le quedan seis meses de contrato y por el que Di Laurentis, el presidente del Nápoles, otro de los negociadores más duros del fútbol continental, pedía 15 millones de euros. Las facilidades económicas dadas por el Olympique Lyon, pero especialmente la ausencia de una cláusula de compra obligatoria, han resultado determinantes para la elección final por el francés, un jugador que puede ofrecer a Diego Simeone un estilo de juego similar al que le podía ofrecer Diego Costa.

 

Porque Moussa Dembélé no es un delantero que case especialmente con el juego combinativo, pero con espacios y en velocidad resulta muy peligroso. Formado en la cantera del PSG, club en el que coincidió con Rabiot, Kimpembe o Coman y del que salió poco después de que el jeque Nasser Al-Khelaifi se hiciera con su propiedad, pasó por las categorías inferiores del Fulham y por el Celtic, con el que debutó en la Champions, antes de regresar a su país para firmar por el Lyon. Con capacidad para rematar con ambas piernas y un potente juego aéreo, Dembélé es un jugador que sabe aguantar muy bien el balón de espaldas y correr al espacio. Cualidades que Simeone perdió con la marcha de Costa y que recuperará con la presencia del francés.