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Vie, Abr

OPEN DE AUSTRALIA... Jueves de angustia en Australia

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Hasta 600 tenistas y trabajadores esperan el resultado de un test después de un positivo por coronavirus

(ABC).- Después de dos días sin un solo contagio de Covid en todo el país, ayer se dispararon las alarmas en Australia porque un trabajador del Grand Hyatt, uno de los tres hoteles de Melbourne destinados a acoger a todos los participantes del primer Grand Slam de la temporada, dio positivo. Ahí, en las antípodas, con solo un caso se activa un protocolo extremadamente estricto y hasta 600 tenistas y trabajadores relacionados con el Abierto de Australia tendrán que aislarse en el hotel hasta tener una prueba negativa, ya que son considerados contactos directos. Mañana pasan los controles de rigor y no pueden moverse de sus habitaciones hasta nueva orden, una inquietante noticia para la organización ya que el lunes empieza el grande oceánico.

 

Como pronto, este jueves no habrá tenis en Melbourne, suspendida en su totalidad la jornada y pendiente todo el mundo del veredicto del test. Estos días se están celebrando varios eventos en la capital del estado de Victoria que sirven para preparar el Grand Slam, fundamental tener algo de rodaje después de cumplir con una cuarentena que apenas concede cinco horas de libertad al día para entrenarse -algunos ni eso, pues más de 70 jugadores estuvieron confinados porque viajaron en aviones en los que se detectaron casos positivos-, pero ahora esas competiciones están en el aire. Lo prioritario es salvar el gran torneo, que empieza el lunes 8, con lo que no hay margen como para organizar un calendario ya de por sí complicadísimo.

 

En el estado de Victoria llevaba 28 días sin casos locales de coronavirus hasta que ayer se detectó el mencionado contagio, que corresponde a un trabajador que el día 29 de enero, después de una PCR, había dado negativo. Sin embargo, el martes presentó algún síntoma e inmediatamente se le hizo un test: positivo. «En este punto, no hay un impacto en el torneo, propiamente dicho. El torneo es importante para nosotros, pero el problema es mucho más amplio, se trata de una cuestión de seguridad y salud pública. Tenemos que asumir que esta persona ha infectado a otras», argumentó Daniel Andrews, el primer ministro de Victoria. En cualquier caso, las preguntas eran generalizadas porque, con el protocolo en mano, cualquier contacto con un positivo debe quedar en cuarentena durante 14 días, pero desde la organización dieron a entender que un resultado negativo en la PCR bastaría para las personas afectadas.

 

El éxito del país

 

Australia, uno de los países que mejor ha reaccionado ante el coronavirus (poco más de 900 muertes en un gigantesco territorio de 25 millones de habitantes, según datos oficiales, sin olvidar que se trata de una isla), se tomó muy en serio la planificación del Grand Slam e impuso unas normas muy drásticas para las mil 200 personas (jugadores, entrenadores, árbitros, agentes...) que llegaron a las antípodas.

 

Ya desde hace unos días se retomó la actividad tenística con el inicio de varios torneos y lo hizo con la presencia de público en las gradas. «Cuando uno llega aquí y ve que la vida es prácticamente normal, también es fruto de los grandes esfuerzos que han tenido que hacer durante muchos meses. Envidia sana», reconoció Nadal después de participar en una exhibición en Adelaida. El balear, cuyo hotel es el Crown, pero que ha mantenido contacto con compañeros que están en el Hyatt cómo Carreño o Bautista, no iba a jugar hoy de ninguna de las maneras en la ATP Cup contra Grecia porque sigue con dolores de espalda.

 

El riesgo de cancelación del Abierto de Australia es real, pues si uno de los jugadores o técnicos da positivo se impondría cuarentena de 14 días, aunque falta por ver a quién consideran contacto estrecho.