25
Jue, Abr

Lección magistral de Muguruza para alcanzar la final de la Copa de Maestras

Deportes
Typography

Soberbio partido de la número cinco del mundo ante Paula Badosa con el que se gana una plaza para luchar por el título

(ABC).- Llega Garbiñe Muguruza a la final de las WTA Finals con una lección de maestría. Nivel altísimo en su tenis para apaciguar las ansias de una Paula Badosa, recién cumplidos los 24 años, enredada en las dudas que le inculcó el vertiginoso plan de su rival. Llega Muguruza a la final de la Copa de Maestras con valentía y control, un partido perfecto para reescribir la historia del tenis español, segunda raqueta nacional en alcanzar tan alta cota en el torneo de los torneos. Lo hizo antes Arantxa Sánchez Vicario, en 1993, el año en el que nació Muguruza.

 

Tenistas de estilos parecidos, Badosa y Muguruza están acostumbradas a llevar el compás de la situación con agresividad, aunque eso signifique jugar en el alambre y cometer más fallos de los debidos, este era el primer encuentro entre ambas. Imposible mejor puesta en escena para sacar músculo del tenis patrio: el torneo que reúne a las ocho mejores jugadoras del año, ganado el puesto con dos títulos cada una; el premio de la regularidad para Muguruza, quinta del mundo (será tres el lunes), y el del salto de calidad para Badosa, con el WTA1.000 de Indian Wells hace apenas unas semanas. Pero es Muguruza la que impuso su veteranía, la experiencia de los grandes momentos, históricos incluso, la diferencia de edad, de trayectoria: en 2015, la décima raqueta del mundo celebraba el título en Roland Garros júnior, la nacida en Caracas ya disfrutaba de su primera final de un Grand Slam absoluto en Wimbledon.

 

Solidez y convicción

En Guadalajara (México), aparcaron enseguida el compañerismo y el buen ambiente que suelen desprender cuando juegan en los torneos por equipos con España. Se midieron, se tantearon y se atacaron. Buscó altura y profundidad Badosa, determinación y ángulos Muguruza. La novata en el torneo notó los nervios en su segundo turno de saque. Un momento de despiste que aprovechó la veterana (esta es su cuarta participación) para introducir presión, nervios y dudas en la cabeza de Badosa y arrebatarle el primer break. Galones.

 

Bien asentada en la pista, disparada la mano tanto de drive como de revés, horadó Muguruza la herida de su rival, cuyo lenguaje corporal evidenciaba las dificultades para encontrar respuestas a lo que le venía encima y reconducir el partido hacia su ritmo. Sufrió el empuje en los siguientes turnos de saque, y aunque fue sacando sus servicios, a la pupila de Jorge García se le hizo un mundo desbaratar el plan de Muguruza. Imposible recuperar la desventaja de ese primer break que fue suficiente para que el primer set cayera del lado de la cinco del mundo.

 

Si en el primer parcial fue clave la determinación de Muguruza, dio otra clase de entereza en el segundo. Ni siquiera cuando afrontó tres bolas de break en el tercer juego, se movió la pupila de Conchita Martínez de la estrategia marcada: velocidad de golpeo y de piernas, dirección y potencia. Una y otra vez lo intentó Badosa, tremendo su tenis cuando encuentra el hueco, pero una y otra vez preguntó hacia su palco sin obtener respuesta cómo desestabilizar la serenidad de Muguruza, que solo bajó el ritmo para recuperar aliento cuando el marcador se iluminaba para ella con un 3-0.

 

Se desquitó cuanto pudo Badosa, recuperado un 0-40 en el sexto juego, en el que resistió al límite. Quería alargar el encuentro. Ahí está su potencial, su convicción, su crecimiento. Pero mostró Muguruza esa solidez que la impulsó al número 1 del mundo y a esos dos títulos de Grand Slam. No se dejó sorprender por esas cuatro opciones de rotura desperdiciadas y siguió castigando con latigazos profundos, hirientes, letales.

 

Solo se relajó cuando el revés de Badosa que se quedó en la red le dio la victoria. Impuestos los galones ante Badosa en su primer encuentro en pista, Muguruza se gana la final de la WTA Finals y luchará, 28 años después de que lo intentara Arantxa Sánchez Vicario, por el título de maestra. Hoy ya ha dado lecciones.