A pesar de los más de 100 positivos tras las vacaciones, todos los equipos cumplen las normas firmadas y no hay motivos legales para poder suspender encuentros
(ABC).- Tras siete días de vacaciones navideñas, los veinte equipos de Primera fueron reincorporándose al trabajo durante los primeros días de esta semana para volver a su rutina y poner el foco en la primera jornada del nuevo año que ayer quedó estrenado. Hasta aquí, nada que no pase temporada tras temporada, pero el coronavirus y, sobre todo, la variante Ómicron han provocado más de un sobresalto en esta vuelta al trabajo. Entre futbolistas y miembros de los cuerpos técnicos, se han contabilizado más de un centenar de contagios en Primera división y más de 200 en Segunda, números muy elevados, pero no extraños si vemos en qué punto se encuentra el país. El jueves, Sanidad informó de 161.688 positivos, récord diario durante estos 22 meses que ya se acumulan de pandemia.
«Los jugadores están expuestos a los mismos riesgos que la sociedad, especialmente en estas fechas de reuniones familiares por la Navidad donde existe una gran incidencia», explica a Jaime Blanco, adjunto a Presidencia de La Liga y responsable de protocolo, tan en boga estos días.
Protocolo innegociable
Tanto en Primera como en Segunda división solo se es posible aplazar un partido por causas relacionadas con el Covid cuando un equipo no tiene 13 jugadores disponibles (dos de ellos porteros), y al menos cinco no son integrantes de la primera plantilla, una medida que hace casi imposible que se puede postergar un encuentro. El brote debe ser, numéricamente hablando, del 80% de futbolistas de la primer plantel, algo que ya de por sí parece bastante complicado que suceda. Además, LaLiga ha ido modificando su propio protocolo según han ido apareciendo nuevas variantes para poner el acento en la prevención y evitar llegar a ese límite establecido. Así ha sucedido con Ómicron.
«El protocolo de LaLiga y el de competición están diseñados para garantizar la integridad de la competición en su conjunto y minimizar el impacto de la variante Ómicron en el seno de los clubes. La prohibición de entrenamientos colectivos tras la vuelta de navidades hasta la entrega de los resultados de los test PCR nos ha permitido detectar positivos antes de su incorporación al resto del equipo y así hemos evitado la aparición de brotes dentro del vestuario», detalla Blanco. La patronal está muy satisfecha del trabajo de estas últimas semanas. Ómicron ha sido una violenta mutación del virus en cuanto a número de contagios, que no en lo que a hospitalizados y muertes se refiere, y ya se ha visto en otros grandes campeonatos, como la Premier, los efectos de su aparición. Casi una veintena de suspensiones de partidos que, en un calendario tan apretado, pueden marcar la diferencia en el desenlace final de la temporada, deportivo y económico. En los próximos cinco meses de competición, hasta mayo, no hay apenas fechas disponibles. Eso lo sabe LaLiga, pero también los clubes, que estuvieron de acuerdo en fijar el protocolo que ahora algunos jugadores y entrenadores ( como el azulgrana Xavi ayer) critican, aunque atacan lo firmado por los gestores de los clubes que le pagan. La prioridad es la finalización del campeonato en los tiempos y formas previstos, o de lo contrario los daños económicos pueden ser importantes. Ya le ocurrió al Granada la pasada temporada cuando tuvo que ir a Anoeta con solo siete jugadores de la primera plantilla disponibles. Son las reglas del juego y son iguales para todos. Se llame Granada CF o FC Barcelona, y su altavoz sea mucho más potente.
«Si comparamos el número de partidos aplazados, de casos positivos y de vacunados con otras ligas, se demuestra que en La Liga y sus clubes llevan haciendo un enorme trabajo desde marzo de 2020, aunque no podemos bajar la guardia ni cantar victoria, estamos en un momento crítico y debemos seguir alerta con la máxima responsabilidad todos, hasta que esta pesadilla del Covid termine», explica Blanco.
Pero no es el protocolo el único motivo para que la Liga no pare. El campeonato español es el que mayor tasa de vacunación presenta entre las cinco grandes ligas europeas, lo que pone en valor el trabajo hecho desde la patronal y desde los clubes a la hora de concienciar a sus jugadores. Solo hay que mirar lo que sucede en Inglaterra, donde muchos de sus futbolistas se han mostrado públicamente en contra de la vacuna. ¿Por qué? Un informe de una página web americana de dudosa credibilidad. En él se decía que hasta 19 jóvenes atletas habían sufrido problemas médicos importantes tras haber recibido una o las dos dosis de la vacuna contra el Covid, problemas que incluso habían provocado la muerte a algunos de ellos. El peregrino informe corrió como la pólvora entre los grupos de WhatsApp de los vestuarios de la Premier, y se desató el pánico. La consecuencia es que solo hay un 77% de futbolistas en la liga inglesa con la doble dosis de vacunación, cifra muy alejada respecto a la Liga. «Los futbolistas están siendo un ejemplo tanto en el cumplimiento del protocolo como en los procesos de vacunación, donde contamos ya con un 95% entre vacunados e inmunizados», sentencia Blanco.