JUEGOS DE INVIERNO... La patinadora rusa, de 15 años y primera mujer en hacer un salto cuádruple en el hielo, es la principal sospechosa del positivo detectado
(ABC).- Asus 15 años, Kamila Valieva se mueve por el hielo como si hubiera nacido sobre él. Ligera y elegante, su cuerpo se eleva frágil y seguro y se sostiene en el aire mientras desafía a la gravedad. Lo hace con una facilidad que asombra y que no parece tener límites. En Pekín, en su estreno en unos Juegos, la rusa clavó dos saltos cuádruples –un ‘axel’ y un ‘toe’–, algo que ninguna mujer había conseguido hacer. Un antes y un después en el patinaje artístico mundial que le sirvió a Rusia para superar a Estados Unidos en la final por equipos. Victoria que, en pleno rebrote de la guerra fría por el conflicto de Ucrania, tenía un valor especial y que ha quedado empañada en las últimas horas por un positivo que apuntaba al joven prodigio y que al cierre de esta edición no estaba confirmado oficialmente.
Dos días después de lograr el triunfo en la final –en la que Valieva fue la atracción y el elemento diferencial del triunfo ruso–, la ceremonia de entrega de medallas de la prueba seguía ayer sin celebrarse. Según el Comité Olímpico Internacional (COI), un «problema legal» lo impedía, aunque reconocían estar trabajando en ello para solucionarlo lo antes posible. Según informaron varias fuentes y quedó recogido por las agencias internacionales, el asunto era más complejo de lo habitual en un caso de dopaje porque la patinadora aún no ha cumplido los 16 años, lo que le hace ser considerada «persona protegida» y las autoridades no están obligadas a divulgar los datos ni la sustancia que habría sido controlada, como sí ocurre en el caso de un deportista adulto.
Todo ello creó una nebulosa alrededor de Valieva que centró la actualidad olímpica en el cierre del sexto día de competición. Ni ella ni sus compañeros de equipo –Anastasia Mishina, Aleksandr Galliamov y Mark Kondratiuk– aparecieron en la pista de entrenamiento a lo largo del miércoles, lo que hizo crecer la incertidumbre en torno a la ceremonia de entrega de medallas que, finalmente, volvió a posponerse. «Estamos haciendo todo lo posible para resolver esta situación cuanto antes. Hay deportistas que han ganado una medalla que están afectados por este problema legal. Esto puede llevar un tiempo, pero trabajamos para solucionarlo y no podemos dar más detalles», explicaba Mark Adams, portavoz del COI.
Por entonces, todas las miradas se dirigían ya hacia Valieva que había pasado en unas horas de ser la gran figura de los Juegos a ser sospechosa por dopaje. Según publicaba la web especializada ‘Inside the Games’, la joven de 15 años sería la implicada en un caso de dopaje que podría confirmarse a lo largo de la mañana de este jueves en Pekín. De acuerdo con este mismo medio, la sustancia encontrada en un control realizado antes de los Juegos sería Trimetazidina, un medicamento diseñado para prevenir las anginas de pecho que está en la lista de sustancias prohibidas por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). En un deportista, su uso está destinado para aumentar la resistencia, mejorar la recuperación y aportar una mayor claridad mental a la hora de llevar a cabo los ejercicios. El control positivo de Valieva habría sido a finales de 2021, aunque este extremo no se había confirmado a última hora de ayer. El COI anunció que a mediodía del jueves en China –en la madrugada del miércoles en España– haría un comunicado oficial.
La juventud de Kamila Valieva podría ayudarla en caso de castigo, pues las penalizaciones para deportistas tan jóvenes son menos severas. Según el Código Mundial Antidopaje, si el caso afecta a ‘personas protegidas’ –atletas menores de 16 años–, la sanción será de un máximo de dos años de inhabilitación (y no entre dos y cuatro como ocurre con un deportista adulto). Incluso, dependiendo del grado de culpabilidad de los afectados, el castigo podría quedar en una simple amonestación, según explica el Código.
Sombra sobre Rusia
El asunto ha llegado hasta el Kremlin, más ocupado estos días en los movimientos cerca de la frontera con Ucrania, pero igualmente preocupado con un asunto que podría dañar mucho su reputación. Después de haber sido sancionado por dopaje de Estado, obligados a competir sus deportistas desde los Juegos de Tokio bajo bandera neutral y las siglas de su comité olímpico (ROC), Rusia ve cómo de nuevo la sombra del dopaje se cierne sobre el país. Dmitry Peskov, portavoz del Gobierno de Putin, evitó hacer comentarios a la espera de lo que diga el COI.
El hecho de que la sospechosa sea una adolescente convierte en aún más preocupante el asunto para las autoridades rusas, pues la juventud de Kamila hace que vuelva a apuntarse hacia arriba, hacia el sistema de trabajo del país, como responsable final del posible positivo. Todos los entrenadores rusos presentes ayer en la pista de entrenamiento lanzaron balones fuera a las preguntas de los periodistas. Victoria Sinitsina y Nikita Katsalapov dirigieron la sesión, pero se negaron a comentar nada, más allá de confirmar que los ausentes tenían el día libre y que era algo programado antes de volver a la competición. Alexey Zheleznyakov, el coreógrafo del grupo, tampoco quiso hacer valoraciones hasta que hubiera alguna información oficial. Misma reacción que la responsable de prensa de la delegación de patinaje rusa, Olga Yermolina, que invitó a la prensa a esperar al comunicado del COI para recibir la respuesta del Comité Olímpico de Rusia.
Así, hasta que haya una resolución al caso, la bandera con los aros olímpicos, bajo la que compitieron Valieva y sus compañeros, seguirá guardada en un cajón. Ala espera de saber si luce orgullosa junto al oro conseguido el lunes o si el cuádruple salto del prodigio del patinaje artístico mundial queda empañado para siempre.