El excapitán del Real Madrid fue increpado por su propia afición cuando pisó el césped del Parque de los Príncipes en el encuentro del PSG ante el Lorient
(ABC).- El Paris Saint Germain está sufriendo una catarsis interna tras la eliminación de la Champions League por manos del Real Madrid. Salvo Mbappé, que es venerado por la grada parisina pese a su más que posible marcha en el próximo estío, estrellas como Messi y Neymar reciben pitos y animadversión en cada encuentro en casa.
De este escarnio no se libra el excapitán del Real Madrid Sergio Ramos. El sevillano vive una campaña aciaga, un calvario repleto de lesiones que solo le han permitido jugar minutos residuales en la Ligue 1 (únicamente ha participado en seis partidos este curso).
De hecho, el pasado domingo, cuando el defensor español sustituyó a Marquinhos en el minuto 72, la afición parisina le recibió con abucheos y pitos; una tónica que se repitió cada vez que Sergio Ramos tocó el balón.
El PSG ganó su encuentro 5-1 y Mbappé volvió a ser vitoreado por su gente. El joven galo hizo un doblete para culminar otro gran encuentro. Su techo es el cielo y sus días parecen estar contados en el gigante francés. También marcaron Messi y Neymar (dos, de hecho), pero su relación con la hinchada sigue dejando que desear.