20
Sáb, Abr

El talento de Neymar doblega al México de Osorio

Deportes
Typography

MUNDIAL RUSIA 2018...Tras un buen inicio mexicano,Brasil reaccionó con el juego de Neymar, que marcó el primer gol y dio el segundo. Foto: AFP

Acapulco Gro., 02 de julio del 2018(ABC) Tite y Osorio se abrazaron cariñosamente antes del partido. Fueron rivales en Sao Paulo y Corinthians no hace mucho. Desde entonces, su vida siguió un camino similar que desembocó en este Mundial.

Tite estaba más alerta que nunca, muy tenso, porque sabía lo que se le venía encima. Los primeros veinte minutos mexicanos fueron extraordinarios y recordaron a su partido contra Alemania. No presentaba tantas modificaciones salvo cambiar a Hirving Lozano de banda y, sobre todo, colocar a Edgar Álvarez, un central, de lateral. Iba a sufrir contra Neymar.

México aplicó una fuerte presión a Brasil y la sorprendió repetidamente. Llegaron al área Guardado, Herrera, Lozano y la rondó Chicharito. Aprovechaban el lado brasileño aún tierno de Fagner. Era un fútbol infartante, sin tregua, siempre con dos jugadores atacando el balón y constante sorpresa en las bandas. Parecía la materialización de una pizarra ideal. La de Osorio. México estaba siendo el chile mecánico y ahogaba a Brasil.

Pero eso cambió alrededor del minuto 25 y lo cambió el criticado Neymar. Encaró como extremo a Edson, lo superó y solo Ochoa, con una mano milagrera, evitó el gol.

Eso alteró el partido. Brasil espabiló. Se electrizaron sus pases, por momentos rapidísimos, mejoró su circulación de un modo sorprendente que no le habíamos visto. Eso lo provocó México. Hasta entonces, se apoyó solo, renqueante, en la pareja Paulinho-Willian. A partir del 25, comenzó a aparecer Coutinho. Colaboró con una ocasión de Gabriel Jesús en el 33 y se volvió a notar su influencia.

Neymar, que había superado con facilidad a Edson Álvarez, le cargaba después con una amarilla. La presión de México ya no era tan exitosa, ya llegaba tarde.

Brasil acabó la primera parte recompuesta y sorprendentemente rápida, como si México le hubiera exigido ponerse a otra velocidad.

Osorio retiró a Álvarez por Layún en el descanso, pero el desaguisado por ese lado continuó. Diabluras iniciales de Coutinho y Neymar, que en el 51 decidió irse al centro, concentró defensas a su alrededor, colapsó a Mexico imantando defensas, y la soltó de tacón para Willian cuyo cambio de ritmo por la izquierda destrozó a Layún. A su pase llegó el mismo Neymar, que había seguido la jugada desde el interior.

Neymar aparecía en un gol que él había orquestado creando la jugada y yéndose de ella. Su sola inteligencia se imponía a la sofisticada táctica defensiva de Osorio.

Colaboró Willian, que estuvo superior. Pudo marcar después, si no fuera por Ochoa, el mejor mexicano. Hubo ocasiones también de Paulinho y Neymar.

El partido entró en una fase extraña. Se puso caprichoso. Neymar se enredó con Layún o más bien al revés. Hubo faltas, toquecitos, unos contra unos. A Neymar le buscaban y él dramatizó, teatralizó un ligero pisotón. Había retirado a Álvarez del partido y desquiciaba a Layún que se arriesgaba a ser expulsado. Neymar desquicia hasta al VAR, pero cuando la gente le critica no se cuenta de que la susceptibilidad de Neymar es absolutamente actual. Los que le critican son neymaristas sin saberlo. Hacen lo de Neymar, salir rodando al primer toque, que en el caso de Neymar no es el primero sino el décimo. Neymar es un jugador actual con la sensibilidad a flor de piel, y su susceptibilidad es la de casi todos ahora mismo. Es un jugador para estos tiempos, pero que estos tiempos rechazan. Es un Garrincha de Instagram. ¡Neymar se hace la víctima! Neymar exagera su condición real (en su caso real) de víctima para sacar el mejor provecho. ¿Pero no es eso lo que hace medio mundo ahora?

Pues a ese «medio mundo» resulta que no le gusta Neymar.

México respondió con un tiro de Guardado y una llegada de Herrera, sus jugadores más enteros, pero no pudo mucho más. Sus ataques por banda ya no sorprendieron a Brasil. Fagner se afianzó.

Tite cambió en ese momento a un espléndido pero cansado Paulinho por Fernandinho. Brasil esperó en su campo, duro, rocoso. Es un equipo que madura con el Mundial. No cambia más. Tite lo tiene claro. Pero enseña nuevas virtudes.

Fue Fernandinho el que comenzó la jugada de la sentencia. Robó, inicio un contragolpe para la flecha de Neymar, que ante Osorio la empujó con la puntera. Aún tocó el portero, pero el balón llegó como asistencia a un recién entrado Firmino.

Neymar, con un gol y una asistencia, en su ritmo camino de Pelé, cargando de amarillas a sus impotentes rivales, había reventado al México mecánico de Osorio y su magnífica libreta.

Tite respiraba aliviado. No deberá volver a un Corinthians porque es muy probable que esta victoria acelere su renovación hasta 2022.