El tenista balear se impuso a su compatriota por 6-1, 6-2 y 6-4
(ABC) El tenista español Rafa Nadal ha batido este sábado, en Melbourne, a su compatriota Pablo Carreño por 6-1, 6-2 y 6-4 en una hora y 40 minutos y se ha clasificado para los octavos de final del Abierto de Australia de tenis.
En la tercera ronda, el español había vencido por 6-3, 7-6 (4) y 6-1 al argentino Federico Delbonis. Antes se había impuesto a Hugo Dellien por 6-2. 6-3 y 6-0.
Nadal no concedió ni una sola bola de rotura en la segunda ronda a Delbonis y repitió prestaciones con el servicio ante su compañero, ante el que únicamente perdió diez puntos con su saque, la mitad entre las dos plácidas primeras mangas.
Pero además, después de haberse quejado un tanto de la pesadez de las bolas en su anterior pelota y lo que le costaba hacer daño, Nadal encontró, ayudado por jugar por la tarde, por fin más ritmo con sus golpes y arrolló a Carreño con un total de 42 ganadores, con su 'drive' ofreciendo en esta ocasión su mejor versión, y además reduciendo a tan sólo siete los errores no forzados.
El de hoy ha sido el duelo número 153 de Nadal contra otro jugador español, con un balance más que positivo para el actual número uno del ranking ATP: ha ganado en 133 ocasiones. Esta vez, el balear no dio opción a su oponente, que sufrió ante una gran versión de Nadal, quien por otra parte necesitaba firmar un partido así.
«Ha sido el mejor partido del torneo hasta ahora para mí y estoy muy feliz por ello. Son muy buenas noticias para mí que estoy en octavos de final», comentó Nadal tras la conclusión del choque. El balear, además, hizo autocrítica tras su anterior victoria ante el argentino Federico Delbonis y advirtió de que debía mejorar su nivel para mantener las opciones intactas de levantar la que sería su segunda corona en el Grand Slam australiano.
En los octavos de final se encontrará con el ganador del partido entre Karen Khachanov y Nick Kyrgios. Esto siginifica que podría producirse el reencuentro con el tenista australiano, con quien en el último año ha protagonizado varios «piques», principalmente por la actitud de Kyrgios, que ha llegado incluso a burlarse de Nadal.