La UEFA ha dictaminado que la vuelta de los octavos no se dispute en campo neutral, como estaba previsto, sino en el estadio que correspondía a puerta vacía
(ABC La UEFA ha decidido este jueves que la vuelta de los octavos de final de la Champions League se disputen en el estadio que estaba previsto que se hiciera antes de que estallara la pandemia de coronavirus. Así pues, el máximo organismo del fútbol europeo ha dictaminado que tanto Manchester City como Nápoles, rivales del Real Madrid y del Barcelona respectivamente, deberán jugar tanto en el Etihad Stadium como en el Camp Nou.
No obstante, la UEFA mantendrá la restricción de entrada al público, por lo que estos encuentros se disputarán, tal y como estaba previsto, a puerta cerrada. Asimismo, ocurrirá lo mismo con los duelos que enfrentarán al Bayern Múnich y Chelsea (se jugará en Alemania) y a la Juventus y al Olympique Lyon (en Italia). Esta decisión hace que los equipos puedan mantener, en cierta forma, el factor campo, si bien seguirán sin contar con el apoyo de la grada.
Esta misma semana, el entrenador del Manchester City, Pep Guardiola, había mostrado su deseo de jugar el partido frente al Real Madrid en su estadio. El devenir de los acontecimientos ha hecho que su deseo se haya cumplido.
Cosa muy distinta ocurre con los dieciseisavos de la Europa League. Tanto el encuentro previsto entre el Inter de Milán y el Getafe como el del Sevilla y la Roma se jugarán a un único partido con sede neutral en Alemania.