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Jue, Abr

Nadal vuela hasta octavos

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El español, que sigue sin ceder un set, supera a Khachanov para alcanzar la segunda semana en Wimbledon. Ahora se medirá a Muller

Acapulco gRO., 07 de julio del 2017 (ABC) Como un avión, disparado en una primera semana para ilusionar, Rafael Nadal ya está en los octavos de final de Wimbledon, alegre en el regreso a la normalidad perdida en estos últimos años de patinazos en la hierba británica. Desde 2011 que no lo hace bien en el pasto de Londres y este curso la cosa es bien distinta, igual de convincente para derrotar en tercera ronda a Karen Khachanov (6-1, 6-4 y 6-6 (3)) que en los dos encuentros precedentes. De este modo, cumpliendo con los pronósticos y sin ceder un solo set (ha ganado los 28 últimos de Grand Slam), Nadal se medirá el lunes a Gilles Muller, un peligroso cañonero que tiene motivos de sobra como para poner en alerta al mallorquín.

De momento, todo lo que hace en Wimbledon está más que bien, completo en una presentación arrebatadora. Ante Khachanov, joven de 21 años al que le abrumó la magnitud de la cita y el tener enfrente a un torbellino incontrolable, Nadal bordó el tenis en la hierba durante los primeros compases. Fue estupendo su servicio y al resto se benefició del poco acierto del ruso, abandonado por su mejor arma. En un periquete, el balear se llevó el primer parcial y el juego concedido fue por un exceso de confianza con su saque, en cierto modo comprensible porque no había oposición alguna.

Fue un recital de menos de media hora, con muchas cosas que ensalzar. Pese a la tibieza de Khachanov, Nadal estuvo muy bien con el saque, variando direcciones, cambiando velocidades y tomando la iniciativa. Eso le permitió tener al ruso siempre a merced y los intercambios eran cortísimos, resueltos casi siempre en favor del español. Así, y una vez Nadal rompió nada más empezar en la segunda manga, el triunfo era cuestión de tiempo.

Es cierto, sin embargo, que Khachanov fue creciendo en la soleada tarde londinense, pero dos sets de desventaja eran lo más parecido al Everest, sin fuerzas ni esperanzas como para afrontar semejante reto. El pupilo de Galo Blanco, 34 del mundo, quiso dignificar su eliminación y empezó a soltar el brazo ya cuando se vio perdido, asumiendo que ese riesgo podía disparar la estadística de errores. Era lo de menos, claro.

Tuvo Khachanov su oportunidad de subirse a la ola en el octavo juego, cuando dispuso de tres bolas de rotura para ponerse con 5-3 a su favor y saque, pero Nadal resolvió bien esas situaciones de tensión. Se salvó el español a su manera, aprendido a sufrir por lo que pueda encontrarse en el futuro, y más trabajo tuvo con set point en su contra. El zurdo apagó el fuego con una dejadita sutil, muy certera, y zanjó con un portazo la oportunidad de su rival.

Ya en el juego decisivo, se impuso la ley de Nadal, resumida como de costumbre en ese puño cerrado que significa éxito. Ganó en dos horas y 14 minutos y aterriza en segunda ronda, donde quería, permisible el soñar a lo grande. Dos días de descanso y a por Muller, que sube el listón.