Recibió un buen número de críticas tras conocerse su identidad, revelada por un periódico de su localidad natal
(ABC) Enfadado aún, pero con la cabeza ya fría tras su descalificación en el Abierto de Estados Unidos, Novak Djokovic se disculpó con la juez de línea a la que golpeó con la pelota teniendo mucho cuidado de no citar su nombre. «Lamento muchísimo haberle causado tanto estrés. No revelaré su nombre para respetar su privacidad», escribió el serbio en su cuenta de Instagram.
Tampoco el torneo norteamericano desveló el nombre de la juez, pero finalmente el periódico de su ciudad de origen, 'The Owensboro Times', reveló que se trataba de Laura Clark de Owensboro, Kentucky. Y poco después un medio serbio fue un poco más allá y señaló su cuenta de Instagram, lo que provocó un torrente de críticas, insultos e incluso amenazas.
Buena parte de los seguidores del número uno del mundo consideran que exageró en cuanto al daño recibido y le han dedicado incluso amenazas de muerte a través de las redes sociales. Utilizaron para ello un mensaje personal publicado por la juez de línea sobre la muerte de su hijo en 2008, respondiendo «No te preocupes, pronto te unirás a él».
También un mensaje en el que promocionaba una empresa de vinos fue aprovechado para atacarla llamándola borracha: «¿Puedes beber litros de alcohol pero no puedes sobrevivir a una pelota de tenis? Mala actuación. Sinvergüenza».
El acoso ha llegado a tal punto que el propio Djokovic ha tenido que pedir a sus seguidores que apoyen y respeten a la juez de línea.
En un mensaje a través de la red social Twitter, el tenista serbio agradeció a sus aficionados los mensajes positivos, pero destacó que la juez «no había hecho nada malo».
«Por favor, recuerden también que la juez de línea que fue golpeada por la pelota anoche también necesita el apoyo de nuestra comunidad», escribió Djokovic. «Ella no ha hecho nada malo, en absoluto. Les pido que sean educados con ella y la apoyen».