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Jue, Abr

US OPEN... Serena Williams y la búsqueda interminable del 24 Grand Slam

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La estadounidense, que cayó en las semifinales del US Open contra Azarenka, no ha logrado un grande desde 2017

Son ya casi cuatro años acechando un imposible. Nueve Grand Slams en blanco -los otros cuatro estuvo de baja por maternidad-. Cuatro finales sin premio (Wimbledon 2018 y 2019, US Open 2018 y 2019). Desde que en el Abierto de Australia de 2017 Serena Williams se plantea el reto de alcanzar los 24 Grand Slams que atesora Margaret Court, esta obsesión parece haberse transformado en una maldición. Esta vez, fue Victoria Azarenka quien la dejó fuera del US Open antes de tiempo, con una gran victoria (1-6, 6-3 y 6-3) en semifinales que impulsa a la bielorrusa hacia una final mágica, segunda consecutiva tras ganar el título en Cincinnati hace apenas unos días.

El resurgir de una supone otro tropiezo de la estadounidense, que no fue capaz de llevar el partido a su terreno ni de hacer valer un primer set en el que maniató a su rival. Al final, solo pudo aplaudir: «No hay excusas con el problema en el talón de mi pie izquierdo. Azarenka jugó un gran tenis y mereció ganar. Claro que es decepcionante. Pero hice lo que pude. Sentí que di mucho, pero Victoria llegaba a pelotas que luego yo no podía recuperar».

Perdida la oportunidad en este US Open en el que parecía tenerlo todo a favor, toda vez que seis de las primeras diez clasificadas declinaron participar, se queda, además, sin poder redimirse de la imagen que dejó en la final de 2018, ante Naomi Osaka, con insultos y gritos al juez de silla y abucheos y lágrimas de impotencia que anularon la alegría del primer Grand Slam de la japonesa. Osaka, por cierto, sí estará hoy en la final (Eurosport, 22.00 horas), después de frenar los ímpetus de la sorpresa del torneo, Jennifer Brady, por 7-6 (1), 3-6 y 6-3 en dos horas y 8 minutos.

Tampoco puede recuperar el tiempo. Williams cumplirá 39 años el 26 de este mes. Sin que parezca que este dato merme su capacidad de superación torneo tras torneo, porque la estadounidense sigue allí, casi en lo más alto. Cuatro finales y una semifinal desde 2017. Un botín que todas querrían. Pero al que le falta una guinda que no acaba de atrapar. En Wimbledon 2018 fue Angelique Kerber; en la edición 2019, Simona Halep; en Nueva York 2018, Osaka; y en 2019, Bianca Andreescu. Nuevas caras mientras a ella se le acumulan viejas manías: ocho del mundo, nueve de sus últimos once partidos han sido a tres sets; ataca como nunca porque cada vez cuesta más defender, con el peligro que conlleva jugar en ese alambre -35 golpes ganadores, 28 errados ayer-; su palmarés solo ha sumado un título -Aukland 2020- desde Australia 2017.

Quizá el número 24 de Court sea solo una excusa para seguir viajando, entrenando y exprimiendo al máximo. Ha anunciado que quiere otra opción de alcanzar ese hito que se le resiste. A pesar de que criticó las medidas de seguridad de Roland Garros, al permitir que haya aficionados en las gradas mientras los tenistas quedan confinados en dos hoteles, la número 8 del mundo confirmó que viajará a París. Y mientras sus ganas la guíen, el reto siempre estará a su alcance.