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Jue, Abr

Situación preocupante a dos días del clásico

Deportes
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REAL MADRID ... La carencia de presión en los dos primeros tiempos ante el Shakhtar y frente al Cádiz desvelan una debilidad que no se solucionó con los cambios. Dos derrotas muy duras. Zidane y sus hombres deberán buscar la reacción en el Camp Nou

La situación del Real Madrid preocupa dentro y fuera del club, en los dirigentes y aficionados, en el cuerpo técnico y en los futbolistas. Estos mismos jugadores ganaron la Liga en julio con diez victorias y un empate, con pocos goles a favor y especialmente con una defensa muy sólida, basada en el sacrificio del equipo. Ahora lo intentan y no pueden. Quieren, pero el físico no les da. Dos derrotas y ahora llega el clásico. Falta mucha Liga y no decidirá nada, pero marcará sensaciones. El campeón de Liga llega en malas condiciones psicológicas al duelo. Es la hora y la situación para reaccionar.

En la cúpula de la casa blanca se piensa que la falta de descanso veraniego en este año del Covid-19 pasa facturas. No tuvieron, lo campeones, ni los grandes equipos europeos, un descanso de verdad. Veinte días de vacaciones y después comenzaron a entrenarse de nuevo sin partidos de pretemporada y entraron directamente en competición. Ahora no están en plena forma y se nota. No hay presión y los rivales les superan al contragolpe y al ataque, por poder físico y por velocidad.

Zidane se ha equivocado en sus últimas alineaciones. Casemiro y Valverde no estaban en el once inicial ante el Cádiz y después tuvo que introducirlos en una revolución de cuatro sustituciones en el descanso que desvelaron su error. Frente al Shakhtar dejó fuera a Vinicius, Benzema y Kroos, mantuvo a Marcelo y situó a Mendy en la derecha. En el descanso tuvo que dar sitio a Benzema y luego a Vinicius y Kroos. Reaccionaron, del 0-3 al 2-3, pero fue insuficiente. Reservó hombres para el clásico y volvió a equivocarse

Para colmo, Zidane les descoloca a todos, a jugadores y a directivos. Sus alineaciones son como un sorteo del Euromillón. Frente al Cádiz presentó un once de creadores, sin nadie para presionar, con Casemiro y Valverde en el banco, y los recién ascendidos les dieron una lección en 45 minutos. Luego, Zizou reconoció su error al colocar a Valverde y Casemiro en el segundo tiempo. Ya era tarde. Acabó 0-1. Primera derrota liguera en Valdebebas del Real Madrid, otrora inexpugnable.

Cuatro días después, el conjunto blanco estrenó su historia europea en el estadio Di Stéfano con otra derrota, 2-3. Y de nuevo hubo una alineación extraña de Zizou, obsesionado con recuperar a Marcelo y obsesionado con dejar a Vinicius en el banquillo inicialmente, junto a Benzema y Kroos.

Pensó Zidane en el clásico y lo pagó caro, pues tampoco estaba el baluarte del equipo, Ramos. Sin el capitán la defensa es un vaivén, floja, sin serenidad, sin colocación, sin personalidad. Ayer, un equipo ucraniano suplente, porque le faltaban un montón de futbolistas tocados por el Covid-19, se situó con 0-3 y al final venció 2-3. Es para meditarlo.

El Real Madrid no ha disputado los dos primeros tiempos de dos partidos y perdió los dos. Hoy, sin no se presiona y se lucha los 90 minutos se pierde. Zizou y sus hombres deberán buscar una revolución propia, interna, en el peor campo posible, el Camp Nou. Quizá sea el mejor para hacerlo.

Ayer, con el 0-3 del intermedio, la incredulidad competía con los semblantes cariacontecidos de los jugadores de Zidane. El 0-3 reinante en el primer periodo del estreno de la Champions era una sorpresa mundial.

Zizou volvió a presentar un once sorprendente, inédito, con Marcelo como lateral izquierdo, Mendy como defensa derecho y Benzema en el banquillo al lado de Kroos. Los centrales, Militao y Varane, débiles, fueron el pasillo de inseguridad que abrió el camino a tres goles en los que todos fueron culpables. La reacción no fue suficiente. Tras el vergüenza del 0-3, los blancos marcaron dos veces con la entrada de Benzema y Vinicius. Golazo de Modric, buen gol de Vinicius y se acabó. Querer y no poder. La entrada de Kroos no solventó nada más. Al final se anuló el tercer tanto local, de Valverde, por fuera de juego de Vinicius.

La ausencia de Ramos, que se hace trascendental. Sin el capitán, la defensa es una verbena. A Varane y Militao les viene muy grande, no hay liderazgo ni seguridad

Todos llegaban tarde en el primer tiempo. Como frente al Cádiz. El Real Madrid tiene un problema de fútbol, de calidad ofensiva para hacer goles, pero si a eso le sumas el desorden y la debilidad de la retaguardia se produce lo que hemos visto ante el cuadro gaditano y el Shakthar. El clásico viene en dos días con estos dos fracasos como tarjeta de presentación.

No se entiende la cabezonería de Zizou en no alinear al mejor delantero que tiene, el más rápido, el único que rompe, Vinicius. Hoy sacó inicialmente a Jovic como punta, a Rodrygo por la izquierda y a Marco Asensio por la derecha. Con el 0-2 ya colocó a los dos en su verdadero sitio, por sus bandas naturales. El desastre fue total en ese primer tiempo. Courtois salvó un mano a mano que era el aperitivo de lo que venía. Tres tantos en contra, el segundo en un autogol de Varane al intentar evitar un remate a bocajarro del delantero rival. Cuando el portero es tu mejor jugador, malo para el Real Madrid. Courtois volvió a salvar al equipo con el 2-3 en dos ocasiones más, en otro dos mano a mano. Demasiado.

El fiasco era y es muy grave. El Real Madrid pierde ante el Shakhtar, el adversario teóricamente más débil de su grupo de Champions. El Borussia Moenchengladbach le espera el próximo martes, tras el clásico. Y el Inter es el adversario en teoría más duro. Zidane introdujo a Benzema en el descanso. Vinicius, el más veloz, tardó en entrar. Y en cuanto lo hizo firmó el 2-3. Lo hizo a los 58 minutos, pocos segundos después del 1-3 anotado por Modric. El Real Madrid buscó con orgullo el empate. Y no lo consiguió.