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Mié, Abr

Jacko Badillo tras su segunda derrota se refugia bajo la sombra de Aguirre Rivero

Política
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El chico Jobamex, precoz de la política, acude en busca del cacique de Ometepec para intentarlo de nueva cuenta.

Acapulco Gro., 12 de julio del 2018(Noticias Acapulco al Desnudo.com) El hombre que ha hecho negocio con la desgracia de otros, a saber, la inseguridad, ha buscado al cacique de la Costa Chica, Ángel Aguirre Rivero, para intentar buscar un cargo de elección popular tras su segunda derrota en este proceso electoral 2018.

“El chico JOBAMEX”, una empresa con un rosario de denuncias laborales por abusos a los derechos de sus trabajadores, llegó a pensar que mediante una alianza con los partidos en desgracia como un PRD rebasado por sus tribus y controlado por el cacique de la Costa Chica y buscar una alianza -como el agua y el aceite- con el Partido Acción Nacional, “un mal necesario para los contra pesos en la política”, la suma de fuerzas que finalmente lo llevaron a su segunda derrota.

Con una ideología prostituida de dos partidos en caída libre, Badillo Escamilla, llegó a pensar que era presidente electo, pero no. Para su desgracia, la soberbia lo llevó a pensar que ganaría por encima de una inercia de un hombre que, sin regalar despensas, láminas de cartón y cemento, generó una aplastante simpatía que en los hechos se tradujo en un triunfo electoral arrasando parejo de arriba abajo.

Con golpe psicológico el empresario de la seguridad privada que ha perdido considerables contratos con empresas que dejaron de buscar su protección debido a las denuncias de abusos contra sus trabajadores, ahora busca cobijo bajo la sombra del responsable de la desaparición del os 43 estudiantes normalistas en Iguala, una herida que sigue viva y que nunca se olvidará.

El Pargo como algún se llamó en redes, -jala pargo- y que fui criticado porque un día de asueto, se dedico a matar tiburones bebés en alta mar, cosa que indignó a los del partido verde, vio en Aguirre Rivero su salvación política.

No sabe que el estigma, de Aguirre, lo va a perseguir a él también, tal como la desgracia de la masacre de Aguas Blancas, nunca dejó al apellido Figueroa. Solo que piensa que la política es fantasía que alguna vez se hace realidad, pero ha recordar el muchacho, que esos triunfos no son para todos, sino que le pregunte a Humberto Parra, otro empresario de la educación privada que simplemente no da una.