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Mar, Abr

A dos años de su desaparición la madre sigue buscando a su hijo y pide a la Fiscalía de Guerrero justicia

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Una patrulla de policías municipales lo detuvieron a la vista de todos y después desapareció para siempre

 

Acapulco Gro., 04 de diciembre del 2020(Noticias Acapulco al desnudo.com) Es indescriptible el dolor de una madre que busca a su hijo a dos años de su desaparición,  cuando Jhonatán Gpe. Romero y Carlos Ignacio Rojas fueron detenidos por una patrulla de la policía preventiva en este puerto; en medio de su dolor, la familia y amigos piden al Fiscal General de Guerrero, investigar el caso.

 

Nadie se explica cómo una patrulla de la policía preventiva municipal, que en teoría debería velar por la seguridad de los ciudadanos en este destino de playa, se convirtió en el verdugo de dos jóvenes que fueron detenidos por esos elementos que tras subirlos a la unidad desaparecieron.

 

El caso sorprende más, cuando testigos de la detención hace dos años en la afueras de playa Tlacopanocha,  los uniformados los privaron de su libertad, bajo el argumento que les harían una revisión de rutina. El compañero de Jonatán Guadalupe Romano, apareció muerto al día siguiente que la familia emprendió la denuncia pública de la desaparición forzada de los dos masculinos.

 

Guadalupe Romano, egresado de la Universidad Autónoma de Guerrero(UAGro) había terminado su carrera como abogado, le gustaba el fútbol y acostumbraba a ir con sus amigos a la playa a entrenar. Uno de esos días, cuando salía de la playa, nunca se imaginó encontrarse con policías municipales que serían los causantes inmediatos de su desaparición.

 

Llama la atención que si hubo decenas de testigos, que incluso avisaron en tiempo real de la detención de los dos masculinos por los preventivos, las autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública, no investigan a esos elementos.

 

También a dos años de la desaparición forzada del abogado, la Fiscalía  no llamará a comparecer a los uniformados entorno a los señalamientos de los testigos que vieron cómo los subían a la patrulla.

 

Han pasado los años y la Fiscalía General del Estado, que trae cargando consigo una enorme rezago de carpetas de  investigaciones, lo que ha generado malestar entra la población, pero sobre todo de las víctimas que demandan justicia.

 

Cuántos años van a pasar para que esta amarga historia de desaparición forzada se esclarezca nadie lo sabe, como tampoco si los responsables de este acto de barbarie reciban castigo ejemplar que sirva de ejemplo a los demás policías preventivos de mal ejemplo y que lejos de que sean confiables, la sociedad les tenga temor.

 

Hoy a dos años,  Socorro Gil Guamán,  madre  Jhonatán sigue suplicando al gobierno, piedad y justicia.  Sigue pidiendo castigo para los responsables tanto del asesinato de Carlos Ignacio Rojas, como la desaparición de su hijo, que se sepa la verdad de su paradero. Pues nadie puede saber el dolor de perder a un hijo, nadie, puede comparar esta amargura y sufrimiento inacabable, en medio de un angustia y de que la justicia en Guerrero no es ni pronto ni expedita.