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Vie, Abr

La soberbia y el triste papel de los Servidores de la Nación en Censo por el sismo

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Con pocos formatos, atendieron a quienes ellos quisieron y a  la que no le guste que me diga y le rompo el papel la amenaza

 

Acapulco Gro., 23 de septiembre del 2021(Noticias Acapulco al Desnudo.com) La soberbia en la forma de cómo se comportaron los llamado Siervos de la Nación durante el censo por daños del temblor del pasado 7 de septiembre, puso de manifiesto el triste papel que desempeñaron en esa importante labor.

 

Muchos en Acapulco, se preguntan si el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sabe  -porque el encargado de ese personal seguramente no- la forma tan grotesca en el trato a las personas que apenas si se están reponiendo de la tragedia del terremoto de 7.1 grados que azotó Guerrero.

 

O andaban sobre saturados de trabajo, o de plano no les gusta la tarea que les pusieron  hacer. El censo para unos fue una bendición porque tienen la esperanza de que al menos una ayuda van a recibir, pero para otros es hacer el peor coraje de su vida, al darse cuenta que no fueron tomados en cuenta.

 

El caso es que “eran selectivos”, a las personas a las que les hacían el formato, a otros que se ponían muy exigentes, los amenazaban que si no le bajaban dos rayitas les rompían el papel y se quedaban sin nada de ayuda.

 

Esta escena de prepotencia, soberbia y mal humor, se percibió en varias zonas de Acapulco por el censo de daños provocados por el sismo. El responsable de ese personal, al menos debería dejar la comodidad de su oficina, si es que la tiene y salir a ver el patrón de comportamiento de los servidores de la nación que de servidores no tienen nada. 

 

Incluso hubo muchas personas que les dijeron groserías porque no aguantaron las regañadas que les daban al momento de hacerles el formato.  En otros casos más extremos los corrieron del lugar por altaneros. 

 

Cabe señalar que algunos no eran de Guerrero, venían del estado de México. Pero lo cierto del caso, es que no a todos los afectados se les tomó nota de  los daños. No bardas, no muros, solamente casas y que estén destruidas era la consigna que traían.