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Los alcanzó la lumbre...Amenazas de muerte obligan a curas a abandonar las comunidades: Rangel

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Por:  Fernando Polanco Ochoa /   Chilpancingo, Gro., agosto 1 de 2017 (IRZA).- El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, reveló que los sacerdotes también han sido víctimas de la violencia en comunidades de la Sierra y de la región Tierra Caliente, de donde han tenido que salir por amenazas de muerte.

“Seguimos torturados por la violencia, los asesinatos, la inseguridad; ustedes (reporteros) saben que por todos lados los hay; en Chilpancingo, Chilapa, allá en la Sierra, Chichihualco, Acapulco, Zihuatanejo. Desgraciadamente está pasando esto en todos lados”, afirmó.

Rangel Mendoza asistió este martes al Mercado Central “Baltasar R. Leyva Mancilla” para oficiar una misa por el festejo del Día del Comerciante, donde hizo un llamado a las autoridades “del más alto nivel” a priorizar la seguridad de los guerrerenses.

Indicó que los representantes religiosos tampoco están exentos de la violencia e inseguridad, y reveló que un sacerdote que servía en una comunidad cercana al municipio de Arcelia, Tierra Caliente, “ya no aguantó la presión de los grupos de la delincuencia y salió de la parroquia".

Agregó que en las comunidades serranas de Campo Morado y Pueblo Viejo existe un problema "serio" de violencia, porque ni sacerdotes ni maestros pueden entrar debido a la confrontación de grupos delictivos.

Cuestionado sobre la estrategia de seguridad de los gobiernos federal y estatal, el obispo ejemplificó: “Cuando un coyote se está comiendo las gallinas, mientras no agarren al coyote se van a seguir desapareciendo las gallinas. Por más soldados que metan y más fuerzas de seguridad, mientras no paren la fuente del mal, esto va a continuar”.

De acuerdo con autoridades estatales, esta entidad se ubica en primer lugar nacional en la siembra de amapola y en el quinto en siembra de marihuana, por lo cual los grupos del crimen organizado se disputan el control del trasiego.

Al respecto, el jerarca católico opinó que las autoridades están “completamente rebasadas” por la violencia y la inseguridad, lo que ha provocado que ciudades como Chilpancingo y Chilapa registren los primeros lugares de violencia.

Consideró que es necesario buscar una solución urgente pero ya no sólo a través del diálogo, porque “ante palabras necias, oídos sordos”, y sugirió “cerrar la llave al origen del mal”, y aseguró que “las autoridades sí saben quiénes son”.

“Nunca he estado de acuerdo con las verdades a medias, yo digo que si está la violencia, quiere decir que está actuando el crimen también”, comentó tras oficiar la misa en dicha central de abasto.

Sobre el operativo de la Policía Federal en Chichihualco, cabecera municipal de Leonardo Bravo, criticó la mala “táctica del gobierno” al incursionar de madrugada y cateando casas sin una orden judicial. “Esa acción es injusta y fue la que provocó la reacción de los habitantes”, consideró.

Señaló asimismo que ña entrada de la policía ciudadana o grupo de autodefensa de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) a Chichihualco ha generado “una gran confusión”, y los comparó con los elementos de la Policía Federal: “son perros que muerden igual”. (www.agenciairza.com)  Foto: EL UNIVERSAL