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Jue, Abr

Biden pide al Congreso que no obstaculice el traslado de los presos de Guantánamo

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El presidente prometió cerrar la prisión, pero hasta ahora solo ha trasladado a un preso

(ABC).- Joe Biden afirmó esta semana la Ley de Autorización de Defensa Nacional, la ley anual presupuestaria para Defensa, con partidas de 770.000 millones de dólares que incluyen un aumento del 2,7% de los salarios de los miembros del Ejército. Ese presupuesto es una de las pocas cosas que tienen apoyo de los dos grandes partidos en un momento de gran polarización política, pero, en su firma, el presidente de EE.UU. protestó porque la ley obstaculiza una vieja promesa demócrata: cerrar la prisión militar de Guantánamo, en la base de EE.UU. en la bahía de Cuba con ese nombre, que aloja a detenidos por el Ejército de EE.UU. durante la ‘guerra contra el terror’ desatada después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

El presidente de EE.UU. celebró en un comunicado la firma de una ley presupuestaria para defensa que «proporciona beneficios vitales y mejora el acceso a la Justicia del personal militar y sus familias» y que aprueba partidas «críticas» para mantener la seguridad de EE.UU

Pero también criticó la permanencia de dos provisiones que impiden el uso de fondos federal para la transferencia de detenidos a ciertos países o al propio EE.UU. sin que se cumplan ciertas condiciones que «socavan de forma excesiva la capacidad del poder ejecutivo de determinar cuándo y dónde se puede procesar a los detenidos en la bahía de Guantánamo y dónde trasladarlos después de su liberación».

Según el presidente de EE.UU., esas restricciones dificultan que su Gobierno cumpla con decisiones judiciales al respecto de los detenidos o negocie con otros países sobre el traslado de los mismos sin poner en riesgo la seguridad nacional. «Exijo al Congreso que elimine estas restricciones a la mayor brevedad », dijo Biden.

Las provisiones de la ley presupuestaria pueden ser un obstáculo para el cierre de Guantánamo, pero este asunto tampoco parece haber sido una prioridad para el presidente de EE.UU. Biden participó como vicepresidente en los esfuerzos de su antecesor demócrata, Barack Obama, por cerrar la prisión militar, un símbolo para algunos de los abusos de EE.UU. en el procesamiento y castigo de presuntos terroristas. Obama consiguió reducir de forma drástica el número de detenidos, pero el cierre completo se le resistió.

Sin cargos

Desde el lado republicano, sin embargo, no se apoyo el cierre de la prisión militar. Durante la presidencia de Donald Trump, solo un detenido fue trasladado fuera de la prisión, y en el Congreso los legisladores republicanos insisten en obstaculizar el cierre. En este momento quedan 39 detenidos en Guantánamo, frente a los 800 que han pasado por sus celdas desde 2001, y la mayoría de ellos no ha recibido cargos.

Biden sigue «absolutamente comprometido con el cierre de Guantánamo», defendió este mismo mes su jefa de Prensa, Jen Psaki. A pesar de ello, en su primer año en la Casa Blanca solo se ha trasladado a un detenido. La pasada primavera, un grupo de 24 senadores demócratas firmó una carta en la que presionaban a Biden para el cierre y defendían que es posible con «voluntad política y acción inmediata». Algo que Biden todavía no ha encontrado para esa promesa.