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Jue, Abr

Putin declara la guerra a Ucrania

Mundo
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Tras el anuncio del comienzo de una operación militar rusa, se escuchan explosiones en Kiev, Kramatorsk, Jarkov y Odessa

(ABC).- Las aguas están cada vez más revueltas en el conflicto ruso-ucraniano y la vía diplomática es cada vez más estrecha. Vladímir Putin prosigue su escalada bélica y verbal y manifiesta que quiere todo el Donbass, volviendo a las fronteras de 2014 tras convertir en papel mojado los acuerdos de Minks. En un alarde de cinismo, ha manifestado que «los intereses y la seguridad de Rusia no son negociables», al tiempo que precisa que está dispuesto a buscar soluciones diplomáticas, un extremo difícil de conjugar, ya que el Senado le ha autorizado a utilizar las Fuerzas Armadas fuera de la Federación. Ante este panorama, la reunión entre el presidente de EE.UU. Joe Biden y Putin ya no es una opción.

Así lo asegura el país norteamericano, que, al igual que los occidentales, multiplican sus sanciones económicas, un aspecto que no parece arredrar a un, cada vez más temerario, Putin.

 

Joe Biden intenta aislar al Kremlin de los mercados occidentales. Las sanciones serán cada vez mayores, si Putin no da marcha atrás, precisó el presidente. Por su parte, el Reino Unido impedirá que Moscú venda deuda soberana en Londres. Y, Alemania paralizó la licencia del gasoducto Nord Stream 2.

Mientras, Kiev recalca que seguirá peleando por cada centímetro de su país, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha movilizado a los reservistas de 18 a 60 años. Los bombardeos de los separatistas prorrusos ya están afectando a los ciudadanos: la central eléctrica del este del país está fuera de servicio. Este miércoles, los embajadores de la UE aprobarán el paquete de sanciones a Rusia y Polonia y Hungría se preparan para lo peor ante el avance ruso. Así, el gobierno polaco aprobará el proyecto de ley de defensa nacional que le permite reforzar rápidamente las fuerzas polacas mientras Hungría despliega tropas en la frontera con Ucrania.

 

Las aguas están cada vez más revueltas en el conflicto ruso-ucraniano y la vía diplomática es cada vez más estrecha. Vladímir Putin prosigue su escalada bélica y verbal y manifiesta que quiere todo el Donbass, volviendo a las fronteras de 2014 tras convertir en papel mojado los acuerdos de Minks. En un alarde de cinismo, ha manifestado que «los intereses y la seguridad de Rusia no son negociables», al tiempo que precisa que está dispuesto a buscar soluciones diplomáticas, un extremo difícil de conjugar, ya que el Senado le ha autorizado a utilizar las Fuerzas Armadas fuera de la Federación. Ante este panorama, la reunión entre el presidente de EE.UU. Joe Biden y Putin ya no es una opción.

Así lo asegura el país norteamericano, que, al igual que los occidentales, multiplican sus sanciones económicas, un aspecto que no parece arredar a un, cada vez más temerario, Putin.

 

Joe Biden intenta aislar al Kremlin de los mercados occidentales. Las sanciones serán cada vez mayores, si Putin no da marcha atrás, precisó el presidente. Por su parte, el Reino Unido impedirá que Moscú venda deuda soberana en Londres. Y, Alemania paralizó la licencia del gasoducto Nord Stream 2.

Mientras, Kiev recalca que seguirá peleando por cada centímetro de su país, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha movilizado a los reservistas de 18 a 60 años. Los bombardeos de los separatistas prorrusos ya están afectando a los ciudadanos: la central eléctrica del este del país está fuera de servicio. Este miércoles, los embajadores de la UE aprobarán el paquete de sanciones a Rusia y Polonia y Hungría se preparan para lo peor ante el avance ruso. Así, el gobierno polaco aprobará el proyecto de ley de defensa nacional que le permite reforzar rápidamente las fuerzas polacas mientras Hungría despliega tropas en la frontera con Ucrania.