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Mié, Abr

Putin se justifica ante África y culpa a Occidente del hambre

Mundo
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Una buena parte de los países africanos han evitado condenar a Moscú por la invasión de Ucrania

 

(ABC).- El máximo dirigente ruso, Vladímir Putin, se reunió ayer en la ciudad balneario de Sochi, a orillas del mar Negro, con el presidente de la Unión Africana, el senegalés Macky Sall, para hablar de la crisis alimentaria qué está provocando la guerra en Ucrania, cuyos puertos bloqueados impiden la exportación de cereales. Según declaró el portavoz el Kremlin, Dmitri Peskov, Putin le dijo a Sall, que acudió en compañía del presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, que la culpa de que el grano no llegue a sus destinatarios la tienen Kiev y Occidente, no Moscú.

Y eso pese a que Rusia se ha apoderado de gran parte de la costa sur de Ucrania y sus buques de guerra controlan el acceso a los puertos ucranianos del mar Negro.

Antes del comienzo de la reunión en Sochi, Peskov adelantó que los dirigentes africanos «recibirán explicaciones exhaustivas del presidente ruso sobre su visión en relación con el grano procedente de Ucrania». «Se enterarán de lo que está sucediendo allí, de quién mina los puertos, de qué se necesita para trasladar los cereales y de que Rusia no está bloqueando esos puertos».

Un «huracán de hambrunas»

En cualquier caso, al comienzo de las conversaciones ayer en Sochi y tras una breve introducción de Putin, Sall dijo que África es «víctima» de la guerra en Ucrania. Según sus palabras, «estoy aquí para pedirle que tome conciencia de que nuestros países son víctimas de estas crisis» y subrayó, que no obstante, «la mayoría de los países africanos evitaron condenar a Rusia» por desencadenar la guerra en Ucrania en las dos votaciones celebradas en la ONU. El presidente de la UA, que lo es a su vez de Senegal, dijo temer un «huracán de hambrunas» en el continente africano, que adquiere en Ucrania y Rusia más de la mitad del trigo que consume.

Según Sall, las sanciones han afectado a la cadena logística, comercial y financiera de Rusia, lo que, a su juicio, ha conducido a que los países africanos «queden privados de los cereales que vienen de Rusia y de sus fertilizantes». El dignatario africano expresó el deseo de que el sector alimentario quede al margen de las sanciones, «en particular los cereales y los fertilizantes» añadió.

Rusia y Ucrania representan casi un tercio de los suministros mundiales de trigo, mientras que Rusia también es un exportador mundial clave de fertilizantes y Ucrania es un importante exportador de maíz y aceite de girasol. En sendas entrevistas telefónicas, la semana pasada con su homólogo francés, Emmanuel Macron, el canciller alemán, Olaf Scholz, y el primer ministro italiano, Mario Draghi, Putin exigió el levantamiento de las sanciones y el cese de la ayuda militar a Ucrania como medidas previas para que su país reanude las exportaciones de grano y permita las de Ucrania mediante el desbloqueo de los puertos. Kiev ha calificado de «chantaje» tales llamamientos.

El primer mandatario ruso le dijo ayer a Sall que «nuestro país siempre ha estado del lado de África, siempre ha apoyado a África en su lucha contra el colonialismo, y me complace mucho señalar que en 2019, aquí en Sochi, se celebró la cumbre Rusia-África». Subrayó que, en esta nueva etapa, «damos gran importancia a nuestras relaciones con los países africanos».

Según su opinión, «el papel de África en el escenario internacional está creciendo, en general, en términos políticos. Creemos que África en su conjunto y sus estados individuales, con los que tradicionalmente tenemos muy buenas, sin exagerar, relaciones amistosas, toda África en su conjunto tiene grandes perspectivas, y es precisamente sobre esta base que tenemos la intención de desarrollar aún más nuestras relaciones con África en su conjunto».

La semana que viene, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, tiene prevista una visita a Turquía en el marco de los esfuerzos para diseñar un plan que permita desbloquear las exportaciones de grano ucranianas mediante la participación de navíos turcos de escolta. Desde que Rusia invadió Ucrania, el pasado 24 de febrero, en los silos del país hay acumulados sin salida más de 20 millones de toneladas de grano. La primera consecuencia ha sido una subida sin precedentes a nivel mundial de los precios de los cereales y los fertilizantes.

Hasta el dictador bielorruso, Alexánder Lukashenko, ha dicho estar dispuesto a facilitar el tránsito de cereales ucranianos hacia los puertos de Polonia, Alemania y las tres repúblicas bálticas, pero a cambio de que estos países levanten las sanciones y permitan también el trasiego de mercancías bielorrusas utilizando esos mismos puertos.

Contra la amiga de Putin

Ayer, la Unión Europea hizo efectivo el nuevo paquete de sanciones contra Rusia. Éstas incluyen un embargo progresivo sobre la mayor parte de sus importaciones de petróleo ruso, después de semanas de intensas negociaciones con Hungría. El paquete remueve al mayor banco ruso, Sberbank, del sistema interbancario Swift -una pieza esencial para procesar pagos y transferencias internacionales- y amplía la lista de personas y entidad rusas sancionadas.

También incluye en la lista negra europea a la ex gimnasta Alina Kabaeva, a quien se atribuye una relación sentimental con, Vladímir Putin, pero negada por el Kremlin. Kabaeva, una ex gimnasta muy laureada ya fue sancionada por Canadá y Reino Unido por su cercanía con Putin.