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Putin amenaza con 'Sarmat', su misil nuclear más moderno

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Su mano derecha advierte de «serias consecuencias negativas para la población de Lituania» por bloquear las mercancías rusas

 

(ABC).- En medio de nuevos rumores sobre un supuesto malestar y división en la cúpula rusa por la lentitud con la que avanza la llamada 'operación especial militar' en Ucrania, el presidente Vladímir Putin aprovechó este martes un encuentro en el Kremlin con graduados de academias militares rusas a fin de lanzar un mensaje de aliento a sus tropas y anunciar la pronta entrada en servicio de su misil más moderno, el temible 'Sarmat'.

«Se han llevado a cabo con éxito las pruebas del misil balístico intercontinental pesado 'Sarmat'. Está previsto que para finales de 2022 la primera remesa de esta clase de arma esté en servicio de combate", aseguró Putin ante los jovencísimos oficiales. Según sus palabras, este cohete con carga atómica, cuya primer lanzamiento de prueba tuvo lugar en abril, «es capaz de superar todas las defensas antimisiles modernas, es el misil más poderoso en cuanto a alcance de objetivos en el mundo», en Europa y Estados Unidos.

El mandatario ruso dijo sentirse ufano de su Ejército. «Estamos orgullosos de que durante la operación militar especial nuestros combatientes actúen con valentía, profesionalismo, como verdaderos héroes», subrayó. Prometió además que «frente a las nuevas amenazas y riesgos, vamos a desarrollar y reforzar aún más nuestras Fuerzas Armadas». «No hay duda de que seremos aún más fuertes», recalcó.

El 'Sarmat', también conocido como Satán II, tiene un alcance de 18.000 kilómetros y puede ir cargado con ojivas múltiples. Según el Kremlin, «no habrá una tecnología similar en el mundo en mucho tiempo».

Crisis diplomática con Lituania y la UE

Mientras tanto, la mano derecha del presidente Putin, el secretario del Consejo de Seguridad, Nikolái Pátrushev, llegaba a Kaliningrado, territorio ruso al norte de Polonia y fronterizo también con Lituania que perteneció a Alemania hasta el final de la II Guerra Mundial, para disponer las medidas a adoptar ante la decisión de Vilna de vetar el tránsito ferroviario hacia ese enclave de determinadas mercancías.

Pátrushev alertó que Moscú «reaccionará ante estas acciones hostiles. Se están elaborando a nivel interministerial medidas apropiadas y se adoptarán en breve». Durante una reunión con las autoridades locales, el enviado del Kremlin dejó claro que la actitud de Vilna «tendrá serias consecuencias negativas para la población de Lituania».

Tras ser convocada el lunes por el Ministerio de Exteriores ruso la encargada de negocios de la Embajada de Lituania en Moscú, Virginia Umbrasiene, para recibir una nota de protesta, este martes el citado con el mismo propósito fue el embajador de la UE, Markus Ederer, al que también se le exigió que Bruselas «posibilite el restablecimiento normal del tránsito entre Kaliningrado y el resto del territorio de la Federación Rusa».

Según el comunicado difundido en la página web del Ministerio de Exteriores ruso, Ederer fue apercibido de que «tales acciones son inadmisibles, violan compromisos legales y políticos relevantes de la Unión Europea y conducen a una escalada de tensión». En caso de que las restricciones no sean levantadas, se señala, Rusia «tomará medidas de represalia».

El 17 de junio, el gobernador de Kaliningrado, Antón Alijánov, anunció que «los ferrocarriles lituanos notificaron a los ferrocarriles de Kaliningrado que a partir del 18 de junio dejaría de transitar una gran lista de mercancías que están sujetas a sanciones europeas». Según Alijánov, «el corte del servicio se aplica al 40-50% de toda la gama de carga en tránsito: materiales de construcción, cemento, metales y otros efectos importantes».

Sanciones europeas

Pero el ministro de Exteriores lituano, Gabrielius Landsbergis, aseveró el lunes que no es una medida unilateral de su país, sino que se trata de «sanciones europeas que entraron en vigor el 17 de junio (...) lo estamos haciendo en coordinación con la Comisión Europea». Estas restricciones fueron aprobadas por Bruselas el pasado 15 de marzo como parte del cuarto paquete de sanciones.

El embajador europeo fue este martes recibido por el viceministro de Exteriores, Andréi Rudenko, quien le reprochó que «el continuo suministro de armas a las Fuerzas Armadas de Ucrania por parte de la Unión Europea y sus países miembros es inaceptable». Rudenko dijo, según el comunicado diplomático, que tales armamentos «se utilizan para bombardear la infraestructura civil y los centros de población de Donbass». Como resultado de lo cual, añadió, «mueren civiles y niños mientras la Unión Europea ignora tales hechos».