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Vie, Abr

El Infierno en Ucrania por la invasión de tropas rusas

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Nueva matanza de civiles en otro bombardeo de las tropas rusas en Donbass. Ha habido al menos 15 muertos y casi una treintena de personas se encuentran todavía bajo los escombros de un edificio de viviendas

 

(ABC).-El ataque ruso se produjo en la madrugada del domingo contra la localidad de Chasiv Yar, población de unos 12.000 habitantes situada al sureste de Kramatorsk, muy cerca de Bajmut, en el trozo de la provincia de Donetsk todavía bajo control de Kiev. Los proyectiles impactaron contra un edificio de viviendas de cuatro plantas, que ha quedado casi totalmente derruido. La portavoz del Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania (GSChS), Verónica Bajal, adelantó al mediodía un balance provisional de 15 muertos. Se calcula además que bajo los escombros hay atrapadas unas 24 personas, un niño de 9 años entre ellos. Algunos están con vida, ya que se ha podido establecer con ellas contacto verbal.

«Durante las operaciones de rescate, en el lugar del siniestro se encontraron 15 cadáveres y cinco personas pudieron ser extraídas con vida de entre los escombros. Se ha establecido y mantenido contacto verbal con tres personas sepultadas bajo los cascotes y se están tomando medidas para rescatarlos», declaró Bajal a los medios de comunicación ucranianos. La portavoz aseguró que en los trabajos de descombrado trabajan 67 empleados de los equipos de salvamento del GSChS.

El primero en informar del ataque fue el responsable de la Administración militar regional del Donetsk leal a Kiev, Pavlo Kirilenko, detallando que habían sido alcanzado un edificio residencial, como viene sucediendo en las últimas semanas con bastante frecuencia. Kirilenko aseguró que «las dos entradas al edificio han quedado completamente destruidas». Según relató, los cohetes fueron disparados por las devastadoras lanzaderas múltiples Uragán. El Ministerio de Defensa ruso no reaccionó a las denuncias de las autoridades ucranianas en relación con la masacre de Chasiv Yar, pero el sábado informó que habían destruido precisamente en esa localidad un hangar con obuses estadounidenses M777 de 155 mm.

Sufrimiento de los civiles

Según Kirilenko, desde el comienzo de la guerra, el pasado 24 de febrero, en el Donetsk bajo control de Kiev han perecido ya 591 civiles y casi 1.600 resultaron heridos. El gobernador ya avisó el viernes que, pese a la «pausa», en la operación anunciada por Moscú, «se están preparando nuevas acciones». En efecto, tras la toma de toda la región de Lugansk por las tropas rusas y las fuerzas separatistas, a comienzos de mes, Rusia ha ralentizado la ofensiva terrestre, pero no los bombardeos, que no cesan y que, según el Estado Mayor ucraniano, están afectando, a Sloviansk, Kramatorsk, Siversk, Bajmut, y numerosas poblaciones del entorno, como ha sido el caso de Chasiv Yar.

El Ejército ucraniano señalaba que el único avance terrestre de las tropas rusas tuvo lugar en Dolomitne, cerca de Bajmut. Los ataques con misiles y artillería están afectando, no solo a las poblaciones de Donbass que las fuerzas rusas tratan de conquistar, sino también a Mikolaiv, Krivói Rog y Járkov, la segunda ciudad del país, cuyo gobernador, Oleg Sinegúbov, reportó ataques contra un «centro educativo» y una vivienda.

El pasado 1 de julio, disparos de misiles rusos causaron una veintena de muertos, dos niños entre ellos, en Odesa y en la vecina localidad de Sergueevka. Uno de los cohetes destruyó parcialmente un edificio residencial de nueve pisos y otros dos acabaron con sendos centros turísticos. El Ejército ucraniano aseguró entonces que fueron misiles X-22 lanzados desde bombarderos estratégicos Tu-22. Estos mismos misiles fueron empleados días antes, el 28 de junio, contra un centro comercial en la ciudad de Kremenchuk, en donde perecieron 25 personas que estaban allí de compras.

El Kremlin insiste en que su Ejército no ataca a civiles. Su portavoz, Dmitri Peskov, lo ha repetido en varias ocasiones

El Ministerio de Defensa ruso afirmó que el ataque en Kremenchuk tuvo también como objetivo la destrucción de «hangares» con armas enviadas a Ucrania por Estados Unidos y otros países de la OTAN. Lo sucedido en el centro comercial, según recalcó el departamento castrense, fue un incendio como resultado de la detonación de la munición presente en el arsenal. Redes sociales, sin embargo, mostraron imágenes del momento en el que el misil impactaba directamente la galería comercial.

Otro mortífero ataque con la muerte de 52 personas, cinco menores en el balance, tuvo lugar el pasado 8 de abril en la estación de ferrocarril de Kramatorsk, en el momento en el que las autoridades trataban de evacuar a la población civil de la ciudad.

Sin embargo, el Kremlin insiste en que su Ejército no ataca a civiles. Su portavoz, Dmitri Peskov, ha subrayado de forma repetida que «las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa no intervienen contra objetivos civiles». Hace unos días, Peskov reiteró que «debo recordarles una vez más las palabras del presidente y comandante en jefe de Rusia en cuanto a que el Ejército ruso durante la operación militar especial no actúa sobre objetivos civiles e infraestructuras civiles».

Pese a los numerosos testimonios de organizaciones humanitarias y de derechos humanos internacionales, las autoridades rusas continúan negando que los civiles estén siendo víctimas de los ataques del Ejército ruso. Contrariamente a estas evidencias, reconocidas incluso por la ONU, el Kremlin llama a tales informes «falsificaciones y provocaciones».