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Mié, Abr

Vuelven a detener a Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo, tras una noche de violencia

Mundo
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Figura clave del cártel de Sinaloa tras la detención de su padre, fue capturado brevemente en 2019 por las fuerzas de seguridad, pero liberado rápidamente para evitar represalias contra la población- La captura se produjo en la ciudad de Culiacán

(ABC).- Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín Guzmán Loera, más conocido como El Chapo -preso en Estados Unidos-, volvió a ser detenido ayer (ya lo fue en 2019), por ser uno de los líderes del Cártel de Sinaloa y Los Menores, que lideran el Cartel del Pacífico junto con sus tres hermanos que capitanean la facción de Los Chapitos, dominando el narcotráfico en Culiacán, al noroeste de México.

Horas después de conocerse la noticia de la detención, Luis Cresencio Sandoval, Secretario de la Defensa Nacional de México; y Rosa Icela Rodríguez, ministra de Seguridad y Protección Ciudadana, explicaron el operativo que llevó, la madrugada del día 5, a la captura de Guzmán por parte del Ejército mexicano y la Guardia Nacional, coordinados con el Centro de Inteligencia y la Fiscalía de Sinaloa, tras seis meses de trabajo de vigilancia del grupo criminal. Personal armado incautó dos pickups con blindaje artesanal, característico de las organizaciones criminales, y cuando pidieron al acusado, al que se le encontró armamento, que descendiera del coche se produjo un tiroteo contra las fuerzas de Seguridad. El arresto de Ovidio Guzmán fue contestado por por los sicarios del cártel con diecinueve 'narcobloqueos', que incluyeron el aeropuerto Internacional de Culiacán y la Base Área Militar número 10.

Aviones tiroteados

El hijo del Chapo fue trasladado ayer en aviones militares a Ciudad de México (uno de los cuales fue tiroteado en el aeropuerto de Culiacán, al igual que sucedió con un vuelo comercial de Aeroméxico), mientras se realizaban reconocimientos para garantizar la seguridad en la zona.

Washington había ofrecido una recompensa de 5 millones de dólares por información que condujera a la detención o condena de Ovidio Guzmán. Uno de los funcionarios mexicanos declaraba ayer que la captura del hijo del Chapo probablemente supondría una buena noticia para la cooperación entre EE.UU. y México en materia de seguridad antes de la visita de Biden.

La detención desencadeno tiroteos, 'narcobloqueos' y una ola de intensa violencia en la ciudad de Culiacán, capital del estado mexicano de Sinaloa, y lugar de residencia del clan familiar. El Gobierno pidió a la población que permaneciera en sus hogares y que se suspendiera cualquiera actividad que no fuera esencial -clases, la liga de fútbol, el trabajo en la administración- para evitar que circulara por las calles.

El poder de las bandas criminales está fuertemente asentado en Culiacán, tal y como demostró el primer arresto de Ovidio Guzmán que, a sus 32 años, está considera uno de los narcotraficantes con más poder en México. El 17 de octubre de 2019 se produjo su primera captura, pero a las pocas horas fue liberado debido al conocido como 'Jueves Negro' o 'Culiacanazo' que convirtió al municipio en un polvorín. Ante la posibilidad de actos represivos, como asesinatos masivos de civiles, el Gobierno se vio obligado a liberar al hijo del Chapo, evidenciando la incapacidad de la Administración de López Obrador para atenuar el crimen en un México que sigue batiendo récord en el número de asesinatos y desaparecidos.

El presidente mexicano, que no quiso desvelar detalles sobre la operación de captura de Ovidio Guzmán en su conferencia de prensa matutina -«no sabemos cómo están los acontecimientos en Sinaloa»-, desde su llegada al poder ha insistido en no repetir los errores de sus predecesores, pero con la liberación de Guzmán puso en duda su estrategia contra el todopoderoso narcotráfico mexicano e hizo del eslogan 'abrazos, no balazos' su máxima respecto a como enfrentar la inseguridad en el país.

La captura de Ovidio Guzmán se produce pocos días antes de la cumbre de líderes norteamericanos que se celebrará, entre el 9 y el 11 de enero, en Ciudad de México, a la que asistirá el presidente de EE.UU., Joe Biden, y en cuya agenda figuran cuestiones de seguridad.

Washington había ofrecido una recompensa de 5 millones de dólares por información que condujera a la detención o condena de Ovidio Guzmán. Uno de los funcionarios mexicanos declaraba ayer que la captura del hijo del Chapo probablemente supondría una buena noticia para la cooperación entre EE.UU. y México en materia de seguridad antes de la visita de Biden.