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Jue, Abr

Se eleva a 50 el número de muertos por el atentado contra las mezquitas de Nueva Zelanda

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La Policía libera a los otros dos detenidos, un hombre y una mujer, al descartar que tengan relación con el autor de la masacre, acusado de asesinato

La Policía de Nueva Zelanda ha encontrado un nuevo cadáver en las mezquitas de Christchurch tiroteadas el viernes, por lo que el número de víctimas mortales asciende ya a 50. Así lo ha informado este domingo (durante la noche, hora española) el jefe de la Policía, Mike Bush, quien además ha descartado que los otros detenidos, un hombre y una mujer, tengan relación con el atentado. Mientras uno de ellos ha sido liberado, el otro ha sido acusado de un delito de armas de fuego. Pero, según informa el periódico « New Zealand Herald», la Policía no cree que sean cómplices de Brenton Tarrantel joven australiano autor de la masacre.

En un país en estado de shock por este atentado, que ha roto su idílica convivencia social y religiosa, Tarrant, de 28 años, fue acusado formalmente de asesinato el sábado. Al comparecer ante el juez, hizo el gesto de los supremacistas blancos, visiblemente orgulloso de haber matado a medio centenar de inmigrantes musulmanes, a los que tilda de amenaza en un manifiesto racista colgado en las redes sociales.

Todavía quedan hospitalizados 36 heridos, dos de ellos en estado crítico. La lista de fallecidos y heridos en el ataque contra las dos mezquitas de Christchurch es tan larga como variada. Entre los 50 muertos hay también de todas las nacionalidades y edades, desde niños de tres años como Mucad Ibrahim, el fallecido más joven, hasta el afgano Daoud Nabi, de 71 años, quien al parecer se interpuso entre el asaltante, Brenton Torrant, y sus víctimas.

Un refugiado sirio, entre las víctimas

Entre los caídos también figura un refugiado sirio, Khaled Mustafa, que había huido de la guerra y encontró la muerte en la pacífica Nueva Zelanda. Más suerte tuvo el equipo de criquet de Bangladés, que escapó por los pelos del atentado. De los 48 heridos, doce siguen en estado crítico y siete han sido dados de alta.

Para homenajearlos, la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, ha depositado este doming un ramo de flores en la mezquita de Kilbirnie, en Wellington, en un acto donde las emociones estaban a flor de piel. Entre lágrimas, se ha abrazado con varios miembros de la comunidad musulmana para expresarles su solidaridad y la de toda la sociedad neozelandesa, que todavía no se cree que una matanza como esta haya ocurrido en un país hasta ahora modélico.