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Jue, Abr

Mascarillas, la moda hace de la necesidad virtud

Mundo
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El coronavirus afecta a la Semana de la Moda de París y las marcas sacan sus versiones de lujo

La moda está tan unida a la vida real y a la actualidad que las repentinamente agotadas máscaras protectoras para el coronavirus han llegado a las pasarelas, las redes sociales y los escaparates parisinos. Y es que el miedo a una posible pandemia ha modificado las calles de París y el estilo de los protagonistas de su Semana de la Moda.

Esta temporada, el COVID-19 ha conseguido que en los hoteles de París no sea difícil encontrar plaza, algo casi imposible cuando se celebran desfiles. En los restaurantes sobran mesas libres, los taxis esperan aburridos en las paradas y las calles tienen poco tránsito peatonal. De las tiendas, ni hablamos. Y no hay casi asiáticos en una ciudad habitualmente invadida por chinos, coreanos y japoneses. Y es que lo más probable es que no se llegue a un contagio masivo, pero que el miedo sí lleve a la ruina a varios destinos y sectores.

La moda, siempre mano a mano con la vida, ya ha sabido hacer de la necesidad virtud. Mientras que en las farmacias de París –y de Italia, España y otros países– es difícil encontrar gel antiséptico y máscaras antivirus, en Fendi, Louis Vuitton y Off-White ya se han lanzado modelos ad-hoc incluso con los monogramas de la marca. Por si fuera poco, en algunos desfiles parisinos, las modelos llevan como parte del atrezzo en pasarela máscaras de distinta índole mostrando que la actualidad arrasa. En los desfiles, marcas como Loewe, Dries Van Noten o Paco Rabanne han ofrecido mascarillas a los invitados.

Gwyneth Paltrow ha cruzado el charco con destino París ataviada con una máscara antivirus y asegurando le tiene verdadero pánico a la situación, mientras que Bella Hadid ha publicado selfis en el avión de la misma guisa y Kate Hudson y Selena Gomez han aparecido en público luciendo una mascarilla.

Nuevo protocolo

Hasta el protocolo del saludo, antes de beso en la mejilla o –en el caso de los anglosajones– el handshake, ha pasado a ser casi solo un gesto o un golpecito en la parte alta del brazo. Y marcas como Agnès B y otras italianas como Shiatzy Chen, Masha Ma, Uma Wang, Calvin Luo o Maison Mai han cancelado sus desfiles. Aunque los franceses solo reconozcan que «vienen todos menos los chinos», eso no es así. El que puede, se libra del viaje.

El impacto en un sector como la moda de alto nivel, en el que un 30-35% de las ventas se realizan a chinos dentro y fuera de las fronteras del país de Mao, será evidente, si bien la moda online sube como la espuma. Si el turismo de nivel se ve momentáneamente afectado, hasta un 40% de las ventas de las grandes marcas de la industria de artículos de lujo se podrían ver en peligro y las tiendas duty free estarían ante uno de sus peores momentos desde 2009. Esperemos que una buena organización y una incipiente primavera, acaben con el «perro» y la rabia.