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Mar, Abr

China convoca su Parlamento orgánico el 22 de mayo para cantar victoria sobre el coronavirus

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Tras el control de la epidemia, que obligó a suspender su reunión anual en marzo, la Asamblea Nacional Popular asumirá el reto de congregar a 3 mil diputados de todo el país

Junto a la vuelta de los niños al colegio, que ya ha empezado de forma escalonada en grandes ciudades como Pekín o Shanghái, era otra de las muestras que se esperaba del regreso a la «normalidad» en China tras la epidemia del coronavirus. Suspendida a mediados de marzo, cuando el país se paralizó por completo tras el estallido de la enfermedad en Wuhan, la reunión anual de su Parlamento orgánico empezará el 22 de mayo.

Según informa la agencia estatal de noticias Xinhua, así lo ha anunciado este miércoles el Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular, órgano legislativo del autoritario régimen de Pekín. Con 3 3 mil diputados procedentes de todo el país, la inmensa mayoría pertenecientes al Partido Comunista, su sesión plenaria en el Gran Palacio del Pueblo simboliza el control de la epidemia, que se desató en enero en China y lleva ya más de tres millones de infectados y 215 mil fallecidos en el planeta. A tenor de las cifras oficiales del régimen, que muchos cuestionan, la enfermedad Covid-19 ha dejado en este país unos 83 mil contagiados y 4 mil 633 fallecidos, de los que en Wuhan fueron 50 mil infectados y 3 mil 869 víctimas mortales.

Aunque se puede dudar de estos datos, que fueron revisados al alza un 50 por ciento hace dos semanas, lo que está claro es que China va avanzando hacia la «nueva normalidad» que nos trae el mundo pos-coronavirus. Con estrictos controles y medidas de seguridad para impedir los tan temidos rebrotes, las grandes ciudades recobran su pulso. Tras se reapertura el día 8, así se puede apreciar incluso en el epicentro de Wuhan, como pudo comprobar este corresponsal durante las casi tres semanas que pasó allí este mes.

Con su apertura, el reinicio de las clases y la celebración de la Asamblea Nacional, a la que acuden el presidente Xi Jinping y la plana mayor el régimen, Pekín canta victoria sobre el coronavirus. Pero las autoridades no bajan la guardia y han impuesto fuertes restricciones para viajar a la capital china, como cuarentenas de dos y tres semanas para los recién llegados y límite de mil personas al día para quienes vengan de Wuhan. Por ese motivo, todavía no se sabe si los diputados procedentes de otras provincias tendrán que someterse a dichas cuarentenas ni cuándo acabará la Asamblea, que suele durar unos diez días, ni si podrán acudir los periodistas y diplomáticos extranjeros, como es habitual. Además de la reunión del Parlamento, en las jornadas previas se celebra la Conferencia Político-Consultiva del Pueblo Chino, un órgano asesor que congrega a 2 mil  destacadas personalidades de todos los ámbitos sociales y económicos.

Para garantizar la salud de todos ellos, uno de los representantes del Comité Permanente de la Asamblea en Hong Kong, Tam Yiu-chung, explicó que se habían preparado «medidas especiales», según recoge el periódico «South China Morning Post». Debido a la peligrosidad del coronavirus, como se ha visto en estos cuatro últimos meses, la celebración de un evento multitudinario de tales características supone un auténtico reto que exige fuertes controles de seguridad. Más allá del valor real de este Parlamento, que establece los objetivos políticos y económicos del año pero en el que sus diputados votan lo que les ordena el Partido, se trata de un símbolo de la victoria de China sobre el coronavirus, ya que la Asamblea no se había suspendido nunca durante las dos últimas décadas y es un símbolo del régimen.