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Jue, Abr

La guerra entre «Wilexis» y «El Gusano», por el control de la favela venezolana más peligrosa del mundo

Mundo
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Un operativo especial del Gobierno de Maduro, el pasado viernes, en el barrio José Félix Ribas en Petare, al este de Caracas terminó con 12 personas asesinadas. «Esto no se va a quedar así Maduro. Hoy cayeron doce de los nuestros, entre ellos un inocente. Ahora cuida a los tuyos que voy por esa cantidad al doble. Cambio fuera. Atentamente Wilexis».

Con ese mensaje, Wilexis Alexander Acevedo Monasterios, líder de una de las megabanda más violentas de Caracas, declaró la guerra a Nicolás Maduro después de que grupos policiales cumpliendo las órdenes del mandatario venezolano llevarán a cabo un operativo especial, el pasado viernes, en el barrio José Félix Ribas, ubicado en la zona popular de Petare, al este de Caracas, para neutralizar a Wilexis, un criminal buscado por robo, secuestro, tráfico de drogas y por hasta 10 homicidios y, en el que terminaron asesinadas 12 personas.

Vecinos de Petare, el barrio más grande de Latinoamérica, con 500.000 habitantes distribuidos en chabolas construidas unas encima de otras en 40 kilómetros cuadrados, indicaron que la acción armada comenzó a las tres de la madrugada cuando funcionarios del FAES, el grupo de exterminio del régimen, irrumpió con carros de combate, motos y armas largas al interior del barrio con la instrucción de liquidar a Wilexis, que controla y garantiza la seguridad de cuatro sectores -desde la zona 6 hasta la 10- del barrio creando una especie de «zona de paz» y en la que se erigió desde 2017 como juez comunal desde la muerte de su antecesor. Se calcula que a su cargo hay unos 200 hombres, jóvenes entre 13 y 28 años, armados con fusiles AR-15, FAL, Mini Uzi y hasta escopetas y granadas, según reseña el medio digital venezolano «El Estímulo».

Un helicóptero sobrevuela el barrio Petare en la búsqueda de Wilexis - D. Hernández

Sin éxito, las autoridades recorrieron las laberínticas calles del barrio, pero no dieron con el paradero de Wilexis, de quien se dice habría huido horas antes. Entre las 12 personas asesinadas por el FAES, resalta el nombre de Brian Cedeño, un joven deportista que, según los testigos, fue asesinado frente a sus padres que clamaban por su vida.

Maduro pidió la captura de Wilexis tras acusarlo en cadena nacional de «trabajar para la DEA» y participar en la frustrada operación marítima que buscaba derrocar del poder. Sin embargo, el operativo ocurre después de una semana de enfrentamientos prolongados con plomo y granadas entre la banda de Wilexis y la del «Gusano», sujeto que salió de la cárcel hace pocas semanas y que reclama ahora el control de Petare.

Entrada del barrio Petare en Caracas - D. Hernández

«Desde que Wilexis llegó al barrio hemos estado sometidos. Nos adaptarnos a sus normas como los toques de queda. Los comerciantes tienen que pagar una vacuna para que no saqueen el negocio. Él decide cuándo hay clases, si funciona el transporte público y hay que pedirle permiso para realizar hasta una fiesta en tu casa», dijo Carlos Hernández, uno de los vecinos de Petare. Otros, como María, opina que los protege y que ha mantenido a raya a los delincuentes. «Entrega comida, juguetes, útiles escolares a los niños pobres», dice al tiempo que le manifiesta su apoyo, por lo que le han organizado una misa para pedirle a Dios que lo proteja.

Fuego cruzado

Desde hace una semana, los vecinos viven un infierno dentro del barrio que se encuentra sumido en un caos por el fuego cruzado entre las bandas. «Aquí nos han ordenado un toque de queda, dormimos en el piso, escondemos a los niños debajo de las camas, especialmente en aquellas casas en donde el techo es de zinc y puede ser traspasado por las balas», dijo Armando Leal, otro vecino del José Félix Ribas.

Funcionarios de los cuerpos de seguridad del Gobierno entran al barrio más grande de Latinoamérica - M. N.

Algunas familias han decidido mudarse huyendo de la violencia o buscan refugio en casa de vecinos que tengan techos de concreto. Dicen que reciben instrucciones y amenazas de ambos delincuentes a través de las redes sociales.

«No solo tenemos que preocuparnos por las bandas del barrio, pues ahora han llegado los funcionarios policiales que nos infunden más miedo que los delincuentes. Ellos llegan sin orden de allanamiento, tumban las puertas, nos roban y nos asesinan impunemente», dijo otro de los residentes que prefiere mantenerse en el anonimato.

En el barrio el destino es incierto, con sus problemas de falta de agua, gas doméstico y familias en situación de pobreza extrema. No dudan los vecinos que, al terminar la toma policial, ambos delincuentes regresen a buscar venganza de las personas que piensan que pudieron delatarlos. Tampoco dudan que volverán los tiroteos y seguirán viviendo con miedo. «Ya ni nos acordamos del coronavirus, más miedo tenemos perder la vida en medio de la violencia que generan los delincuentes y la policía, por igual», señaló el vecino.