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Jue, Abr

Las reinfecciones de COVID-19 pueden alargar la pandemia y no afectar a la vacuna

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El primer caso de reinfección del mundo sugiere que las personas infectadas y recuperadas pueden seguir transmitiendo la enfermedad, pero todavía no hay evidencias de que así sea

(ABC) Esto no tiene por qué afectar a los candidatos a vacuna, porque éstos se basan en conseguir una inmunidad más eficaz que la conferida por infecciones naturales

Científicos de todo el mundo están luchando por conseguir una vacuna frente al SARS-CoV-2. Todos ellos buscan dar con un medicamento que active una inmunidad duradera y eficaz frente al coronavirus, de forma que una persona ya vacunada no pueda infectarse ni contagiar la enfermedad. Al mismo tiempo, se espera que, de forma natural, las personas infectadas adquieran una inmunidad que evite que vuelvan a infectarse y a seguir transmitiendo el virus.

Pero podría no ser así. Este lunes, un grupo de investigadores de la Universidad de Hong Kong ha informado del primer caso de reinfección por COVID-19 del mundo, en el que una persona ya infectada ha vuelto a sufrir una infección.

Según han escrito los autores en un artículo aceptado para ser publicado en «Clinical Infectious Diseases», un hombre de 33 años, residente en Hong Kong y que fue hospitalizado el 29 de marzo, dio positivo en una PCR el pasado 15 de agosto. Este positivo ocurrió cuando esta persona volvía a Hong Kong, procedente de España y vía Reino Unido. Según dicho artículo, en la primera ocasión experimentó síntomas leves durante tres días, mientras que en la segunda fue asintomático.

¿Mala noticia para el control de la pandemia?

Tal como ha explicado a ABC Margarita del Val, viróloga e inmunóloga del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBMSO-CSIC) y coordinadora de la plataforma Salud Global, «hay que esperar a más casos para ver más claras las implicaciones, pero estos resultados sugieren que quizás no exista un pasaporte inmunitario».

Es decir, a tenor de lo ocurrido en este caso, «las personas previamente infectadas podrían volver a contagiarse y quizás seguir transmitiendo el virus», ha comentado Del Val. «Esto complicaría el seguimiento de los brotes. Además, si la inmunidad personal no pudiese contener los contagios, se alejaría la posibilidad de alcanzar inmunidad colectiva y se podría alargar la pandemia».

Que las personas se puedan infectar más de una vez, «lógicamente, no sería la mejor noticia, puesto que implicaría que el control de la pandemia dependería más de vacunas y de medidas de protección», ha explicado la viróloga.

Sin embargo, Del Val ha destacado que todavía no se puede concluir que así sea. Tal como ha subrayado, es necesario obtener más evidencias y casos y los investigadores de Hong Kong todavía están investigando si esta persona tenía virus infeccioso con capacidad de contagiar la enfermedad.

La inmunidad está funcionando

Por otro lado, ha comentado que el hecho de que la persona se haya infectado en dos ocasiones, pero con síntomas menos graves en la segunda vez, podría mostrar que «la inmunidad personal está funcionando en que protege frente a los síntomas graves».

Esta reinfección «es lo que se esperaría cualquier virólogo»

Para la investigadora, esta reinfección «es lo que se esperaría cualquier virólogo», puesto que lo más habitual con los virus es que «haya reinfecciones y que estas sean más leves». De hecho, gracias a este fenómeno de inmunidad parcial, los cuatro coronavirus causantes de catarros solo causan síntomas leves.

Implicaciones para las vacunas

Por otro lado, Del Val ha descartado que el caso del joven reinfectado COVID-19 indique que una persona vacunada también vaya a infectarse de nuevo. Según ha dicho, los candidatos a vacuna se basan en «generar una inmunidad más duradera y eficaz que la natural», por ejemplo, eliminando los genes de virulencia del virus. Por tanto, pueden ser eficaces allá donde la inmunidad natural no llega.

Otro de los aspectos discutidos en el artículo de a Universidad de Hong Kong es que el paciente se infectó con dos linajes distintos del SARS-CoV-2: el linaje 19A, en Asia, y el 20A, en Europa. Tal como ha considerado la viróloga, es «poco probable» que la inmunidad frente a esas variantes, muy similares, sea específica, y explique esta reinfección. Si la inmunidad fuera específica, se podría entender que el paciente de Hong Kong estuviera inmunizado frente al linaje 19A pero no frente al 20A.