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Vie, Abr

Liberan al periodista cubano Roberto Quiñones tras casi un año en prisión

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Había sido encarcelado en aplicación de la «Ley Mordaza» por los supuestos delitos de «desobediencia» y «resistencia» después de que el régimen le impidiera cubrir un juicio

(ABC) Tras un año de prisión donde perdió casi 20 kilos de su peso corporal, ayer fue liberado en Cuba el abogado y periodista independiente guantanamero Roberto de Jesús Quiñones Haces, contra quien el régimen de la isla se ensañó, demostrando la vigencia de la llamada Ley Mordaza.

Quiñones Haces fue detenido y golpeado el 22 de abril de 2019 por oficiales de la policía política cuando se disponía a reportar sobre el juicio al matrimonio de pastores Ramón Rigal y Ayda Expósito, procesados bajo los delitos de «Otros Actos Contrarios al Normal Desarrollo del Menor» por querer educar a sus hijos en casa.

Quiñones, tras su excarcelación - Foto cortesía de la familia, a través de Cubanet

Bajo falsos cargos de «resistencia y desobediencia a la autoridad», el periodista independiente fue condenado a un año de trabajo correccional con internamiento, que se niega acatar hasta que efectivos del régimen, en un operativo policial violento, lo condujeron a la instalación carcelaria provincial de Guantánamo, donde debía haber ingresado el 5 de septiembre de 2019.

La condena a un año de cárcel contra el periodista independiente Quiñones Haces fue una demostración de que el régimen de La Habana está empeñado en utilizar con rigor la Ley 88, conocida como «Ley Mordaza», como amenazó el presidente del Tribunal Supremo Popular, Rubén Remigio Ferro.

Con esta norma el régimen ha presumido de tener una herramienta eficaz para silenciar a quienes ejercen dentro de la isla el periodismo independiente. Bajo esta Ley fueron penados a largas condenas de cárcel, en la primavera de 2003, 75 disidentes. De los juzgados en este proceso, conocido como la Primavera Negra, 27 eran periodistas independientes.

Durante el año de cárcel, Quiñones Haces denunció las condiciones de reclusión que imperan en las prisiones de la isla que incluyen desde hacinamiento hasta la mala calidad del agua, los alimentos y la falta de atención médica adecuada a los reclusos. Por estas denuncias fue sancionado por el Consejo Disciplinario de la Prisión Municipal de Guantánamo, que le prohibió escribir en lo adelante, según testimonios recabados por la organización Artículo 19.

De 63 años de edad, Quiñones Haces desarrolló durante su año en la prisión varias dolencias médicas, resaltando trastornos gastrointestinales y respiratorios, además de otras complicaciones de salud relacionadas con patologías preexistentes como habrían declarado sus familiares.