Dice que es de Iguala, donde existen cientos de desaparecidos que a la fecha nada se sabe de ellos; habló en entrevista y explica su razón
Acapulco Gro., 94 de febrero del 2021 (Noticias Acapulco al Desnudo.com) Son las cuatro de la mañana, Antonio Hernández, inicia su tare del día, colocar decenas de cruces hecha a mano, en los muros, fachadas y alambrados sobre la calzada Pie de la Cuesta, en la zona poniente de Acapulco.
Cualquiera que circula por la calzada puede observar las cruces colocadas a todo lo largo desde la tienda Chedraui hasta el hospital Sagrado Corazón en el fraccionamiento Mozimba. Algunas son de madera, otras de alambre recocido, pero detrás de cada cruz, está el dolor que arrastra Antonio, que afirma que es originario de Iguala, pero igual puede ser de cualquier municipio de Guerrero.
Tras varios días de observar las cruces me di a la tarea de buscar al autor de esa obra. Me dijeron que pernocta en una parada de camiones a unos metros de una purificadora de agua de garrafón. Fui a buscarlo, pero no estaba. Me fui caminando y tomando fotos de las cruces que ya había colocado en los enrejados. Seguí hasta llegar a un centro comercial y a lo lejos se miraba a un hombre de piel negra y pelo cenizo, era Antonio Hernández.
Me acerqué sigilosamente e intenté entablar una conversación con el autor de las cruces. Le pregunté ¿Cómo te llamas? –Antonio Hernández dijo. Eres de Acapulco, ¿En qué colonia vives? – No, soy de Acapulco, soy de Iguala. ¿Tú eres el que haces estas cruces y que se ven en varios lugares? – Sí, yo las hago y también las vendo, para poder comer.
Me inquietó qué había detrás de esas cruces y le lance la pregunta ¿Qué significan esas cruces, por qué las pones en varios sitios? – Lo que pasa es que me quedé sin familia y por eso las pongo, en su memoria.
Pocos nos interesamos por lo que ocurre en nuestro alrededor, sin embargo hay gente que existe con un pasado muy doloroso. Solo recordar el origen de Antonio nos embarga el dolor de cientos de personas que han sido desaparecidas en ese municipio tamarindero. En un recuento la FGR documentó al menos 3 mil personas desaparecidas en ese municipio. Muchos nunca sabrán por qué los mataron y desaparecieron, como ocurre en muchos municipio del Guerrero.
¿Cuántos años tienes Antonio? –Tengo 15 años. ¿A poco, pero te ves como de 55 años? – Lo que pasa es que la comida de aquí hace que uno se haga viejo rápido. Bueno, gracias por los datos que me distes, voy hacer una pequeña historia de lo que haces, y minutos después me despedí de Antonio.
Sentado sobre uno de los muros de la tienda Chedraui, Antonio reposa un rato, para luego seguir con la tarea de colocar más cruces sobre las fachadas y muros de comercios y casa particulares. En algunos casos si alguien se acerca a ver cómo las hace, las cruces de alambre recocido, se las ofrece a diez pesos.
No sabemos, si alguien más se acerque a él, a preguntar parte de su vida. Si la historia que cuente sea la misma o sea otro distinta. Lo que sí es cierto, que lo que hace ya no pasa desapercibido. Su obra, tras el dolor de haber perdido a toda su familia sigue y todos los días propios y extraños la observan.
En su conversación y apariencia , se deduce que es un tipo que ha perdido la cordura. La lucidez que un día tuvo lo abandonó, como también su familia. En su mirada penetrante asoma parte de su historia, pero en medio de todo, sonríe y platica sus cuitas.
Sobre la parada de camiones, muy cerca de la purificadora de agua, en la calzada Pie de la Cuesta, en la colonia Hogar Moderno, vive el hombre de las cruces, de hecho en ese lugar tiene ya mucho material para seguir elaborando más cruces. Seguirá haciendo eso, hasta el día que la peste del Coronavirus lo alcance.