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Jue, Abr

El hombre que perdió en un descuido 2 mil 500 pesos; accidentes donde unos pierden y otros ganan

Municipios
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Esta tarde un hombre de edad avanzada que conducía un auto Chevrolet tipo Aveo, perdió en un abrir y cerrar de ojos, 2 mil 500 pesos; en un accidente automovilístico donde unos pierden y otros ganan.

 

Acapulco Gro., 10 de marzo del 2021(Noticias Acapulco al Desnudo.com) Eran las cuatro y media de la tarde, el conductor del auto Aveo, circulaba por la calzada Pie de la Cuesta, frente a la gasolinera del pasito, intentó pasar de un carril a la lateral, cuando sin pensarlo, embistió a un vendedor de pan y bolillo que pasaba junto a él en una motocicleta.

 

Tras el impacto por la parte delantera del auto Aveo, hizo perder el control del panadero y cayó al suelo, provocando que todo el producto que llevaba en el canasto cayera regado en el asfalto.

 

Según dicen algunos testigos del lugar, en un principio el conductor del auto Aveo, intentó darse a la fuga, pero gracias a la intervención de algunos trabajadores de una llantera, no se fue, todo lo contrario descendió de la unidad para conciliar con el afectado.

 

En el impacto no hubo mayor problema, más que un leve golpe de la motocicleta y la pérdida del producto que había caído al suelo regándose por el asfalto. La gente pasaba y se le quedaba mirando al pan, a la concha y a los bolillos, recién salidos del horno.

 

Al principio alegaban, que uno tenía la culpa y el otro decía que no. Hasta que llegó una patrulla Alfa, un agente de tránsito de piel blanca y alto, entró en acción para conciliar con ambas partes.

 

Como no queriendo el señor de edad avanzada que conducía el Aveo gris plateado, terminó reconociendo que había sido su error al cruzarse de un carril a otro  y no fijarse que por la lateral iba un panadero en una moto.

 

Tras varios minutos, acordaron que llegaron a un acuerdo. El panadero le pedía al menos unos 3 mil pesos por los panes y bolillos y daños en la moto. El dueño del Aveo, decía que era mucho dinero. Le ofreció unos mil 600 pesos, pero no aceptaba.

 

Después de tanto esperar, acordó que le dieran al menos 2 mil pesos y ya quedaba todo arreglado. Cedió el dueño del auto Aveo y firmaron la pipa de la paz. En hombre de edad avanzada, le ofreció 50 pesos al agente de tránsito para los refrescos, pero como lo hizo delante de este reportero, no se los recibió.

 

Acto seguido lo llamó metros más adelante, en lo privado, de espalda al periodista, le dijo que 50 pesos era muy poco. Fue entonces cuando el señor de edad avanzada frunció el ceño y encogió los hombros en señal de molestia y no le quedó más que darle de 50 a 500 pesos, por el favor de no llevar las unidades a las oficinas de tránsito municipal.

 

Y mientras los involucrados en este accidente carretero se ponía de acuerdo, en arreglarse para no irse a la delegación, a unos metros la gente se despacha con la cuchara grande.

 

En algún momento sintieron pena. Pero después se fueron acercando hasta la zona del accidente y como no queriendo empezaron a recoger el pan, bolillos y teleras en una bolsa, al fin  y al cabo ya estaban pagados.

 

Era una escena donde la gente que pasaba se quedaban mirando, como deseando estar ahí para llevar un poco de pan recién salido del horno.  En pocos minutos el montón de pan, telera y bolillo se terminó como el deseo del señor del auto de irse de la zona.

 

El accidente no fue tan grave, solo pérdida del producto  y el susto del panadero que voló por los aires sin que le pasara nada. La caída fue en lo corto. Lo que para un fue pérdida, para otros fue ganancia. Comieron pan y hasta pidieron para llevar.