Uno era viene viene, el otro quizás su amigo, los dos fulminados por las balas
Claudio Vargas/ IRZA
Acapulco, Gro., enero 15 de 2019.- En Acapulco, en la Costera, a unos pasos de las oficinas del SAT, se escucharon disparos de armas de fuego, acto seguido, los cuerpos de dos hombres inertes en el suelo, mientras debajo de su piel, escurría la sangre.
El primero en recibir la descarga de una pistola calibre 9 milímetros, fue el “negro”, un tipo afro descendiente que trabajaba acomodando autos sobre la banqueta, el otro posiblemente era su amigo, aunque dicen que pasaba por la zona al momento del ataque.
Tan pronto como el sol de ocultó, rugieron las armas en una zona turística ante el asombro de propios y extraños. Los cuerpos de los dos masculinos, tirados sobre el pavimento, mientras la sangre no dejaba de brotar.
La gente se colocó de frente a ellos, como si se tratase de un espectáculo, El corpulento hombre de piel negra de una estatura considerable, cayó abatido por certeros disparos a corta distancia.
Quedó uno, el viene, viene, entre dos autos. El otro sobre la banqueta. Casual o no, no existió, no al menos en ese momento, la presencia de ningún cuerpo de seguridad, llámese como se llame.
Entre murmullos, la gente comentaba: “Ya basta de tanto derramamiento de sangre”. Hasta cuándo se acabara este infierno, este sufrimiento y …cuándo se morirán esos que no tienen sentimiento y su sed por acabar con la vida como si fueran una célula cancerígena.
Minutos después, una camioneta blanca, del Servicio Médico Forense, llegó y levantó los dos cuerpos. Otros de tanto que matan en este destino de playa.(www.agenciairza.com)