El sospechoso, un hombre de 38 años, entraba en sus casas en calidad de cerrajero, electricista, fontanero o inspector del gas
(ABC) .- Ocho años la Policía rusa estuvo sobre la pista de uno de los asesinos en serie más notorios del país y ayer lograron por fin detenerlo. Se trata de Radik Tagirov, de 38 años, de quien se sospecha que mató a 26 ancianas durante los años 2011 y 2012. El arresto se ha producido en Kazán, la capital de la república de Tatarstán, pero el vil homicida actuó en una docena de regiones más y casi todas en la cuenca del río ruso más emblemático. De ahí que recibiera el apodo del «maniaco del Volga». Sus víctimas eran mujeres de entre 75 y 90 años.
«La primera a la que maté fue porque tenía hambre y yo estaba viviendo prácticamente en la calle», relata Tagirov en el vídeo difundido por el Ministerio del Interior ruso con un fragmento de su confesión. El homicida accedía a los domicilios de las ancianas presentándose como un operario del servicio de reparaciones de la comunidad de vecinos.
Lo hacía, según los casos, en calidad de cerrajero, electricista, fontanero o inspector del gas. Un vez dentro de la casa, las estrangulaba para robarles el dinero y cualquier objeto de valor. Sin embargo, los investigadores han determinado que el interés puramente material no era el móvil determinante de Tagirov, ya que detectaron que se regodeaba dando muerte a sus víctimas. Él, sin embargo, sostiene que no las hacía sufrir.
La orden para su captura fue dada por primera vez en octubre de 2012 y, a causa de la falta de resultados, se ofreció en 2017 una recompensa de tres millones de rublos (unos 33.000 euros) a quien pudiera aportar datos que condujeran a su arresto. Según el Comité de Instrucción de Rusia (SK en sus siglas en ruso), se logró determinar al autor de los homicidios y dar con su paradero gracias a un «meticuloso» trabajo policial que incluyó más de 10.000 muestras de ADN a partir de restos biológicos como sudor o cabello. También ayudaron las huellas de su calzado en los lugares en donde perpetró los crímenes y un mechero que se dejó olvidado en el domicilio de una de las asesinadas, en el que también se encontró material genético.
«Como resultado de un trabajo minucioso y sistemático fue identificado Radik Tagirov, residente en Kazán de 38 años, como presunto autor de 26 asesinatos. Trabajaba como cerrajero y había sido condenado por robo en 2009 y puesto en libertad en 2010». declaró ayer la portavoz del SK, Svetlana Petrenko. Según sus palabras, los crímenes se produjeron en la zona del Volga, en ciudades como Kazán y Sarátov, y también en los Urales, en la ciudad de Ekaterimburgo.
Hace dos años, se descubrió que un policía de la localidad siberiana de Angarsk llamado Mijaíl Popkov, que ya cumplía cadena perpetua por matar y violar a 22 mujeres, había acabado con la vida de otras 60. Superó incluso al mayor asesino en serie hasta ese momento, Andréi Chikatilo. Popkov ofrecía a sus víctimas llevarlas a casa en su vehículo policial para violarlas y después matarlas.