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Jue, Abr

Dos policías, heridos en las protestas por la no imputación de agentes por la muerte de Breonna Taylor

Policía
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El presidente de EE.UU. ha mantenido un tono agresivo contra las protestas por los abusos policiales a la minoría negra y ha propagado un mensaje de 'ley y orden'

(ABC) Dos agentes de la la Policía de Louisville (Kentucky) resultaron heridos el miércoles por la noche en medio de las protestas por un caso de abuso policial contra la minoría negra, en un incidente que reabre las tensiones vividas en EE.UU. durante el verano por la muerte de George Floyd. Miles de ciudadanos salieron a protestar ese mismo día después de que un jurado de instrucción decidiera no imputar a los policías implicados en la muerte de Breonna Taylor, una joven negra de 26 años que falleció en marzo durante una redada antidroga para la que la policía tenía permiso judicial. La razón es que un exnovio de Taylor era traficante y su domicilio estaba bajo investigación.

Taylor dormía esa noche con su novio, Kenneth Walker, y los agentes irrumpieron en su vivienda. Walker creyó que se trataba de un atracador y disparó a uno de los agentes. Este y un compañero respondieron con sus armas, al igual que un tercer policía, que estaba fuera de la vivienda y disparó a través de los cristales. En el incidente, solo murió Taylor. Los agentes aseguran que se presentaron como policía, pero Walker, que no fue imputado por disparar al agente, aseguró que no oyó nada.

El caso de Breonna Taylor cobró relevancia el pasado mes de junio tras las protestas multitudinarias en las grandes ciudades de EE.UU. por la muerte de Floyd, que falleció tras ser asfixiado durante más de ocho minutos por la rodilla de un policía contra su cuello en Mineápolis (Minnesota). Su nombre se unió a los cánticos repetidos en las manifestaciones contra los abusos policiales y el racismo estructural que se alargaron durante meses.

Todavía esta semana había manifestaciones minoritarias en Louisville por Taylor. Cuando se conocieron este miércoles los cargos, las calles se llenaron de manifestantes. Ninguno de los dos policías que participaron en el tiroteo a Taylor fueron imputados por su muerte. Solo el agente que disparó desde fuera de la vivienda fue imputado, y se trató de un cargo menor, el del «peligro innecesario» que sometió a algunos vecinos de Taylor por disparos que impactaron en sus casas.

Los abogados y la familia de Taylor, que la semana pasada cerraron un acuerdo civil con un pago de 12 millones de dólares por el incidente, confiaban en que los agentes que causaron la muerte de la joven fueran imputados por cargos de homicidio. «Es ofensivo y vergonzoso», reaccionó Ben Crump, abogado en este y otros casos de abusos policiales a la minoría negra.

Los cargos -o la ausencia de los mismos- se conocían después de una investigación de un mes por parte de la fiscalía de Kentucky. Su fiscal general, Daniel Cameron, que es negro y republicano, aseguró que la muerte de Taylor es una «tragedia», pero que «si actuamos simplemente por furia, no hay justicia».

La mayoría de expertos legales pronosticaban que los agentes no serían acusados por homicidio, después de que fuera el novio de Taylor el que disparara primero, aunque lo creyera hacer en defensa propia.

A pesar de ello, las protestas se multiplicaron durante la noche de ayer, en Louisville y en otras muchas ciudades de EE.UU. cuando se conoció la decisión del jurado de instrucción. En Nueva York, por ejemplo, hubo disturbios en Brooklyn. También en Chicago, Seattle o Atlanta. En la ciudad de Kentucky, aunque la mayoría de las protestas fueron pacíficas, se registraron destrozos en negocios y enfrentamientos con la policía. Las autoridades habían impuesto un toque de queda a las nueve de la noche ante la previsión de disturbios.

El incidente más grave fue cuando un sospechoso disparó a dos agentes que trataban de controlar a los manifestantes. Según la policía de Louisville, sus vidas no corrían ayer peligro. Uno se encontraba estable y el otro requirió de operación quirúrgica.

Las nuevas protestas y los ataques a los agentes agitarán todavía más el clima político volátil de EE.UU., a 40 días de la reelección de Donald Trump. El presidente de EE.UU. ha mantenido un tono agresivo contra las protestas por los abusos policiales a la minoría negra y ha propagado un mensaje de 'ley y orden' a favor de los cuerpos de seguridad, que puede ser decisivo para ganarse el apoyo de votantes moderados. Este miércoles dedicaba sus oraciones a los policías heridos y ofrecía el apoyo del Gobierno al gobernador de Kentucky, el demócrata Andy Beshear.

Su rival, Joe Biden, ha hecho equilibrios durante meses entre respetar el derecho a la protesta y la condena a la violencia. También dedicó sus oraciones a los policías heridos y aseguró que «incluso en la pena profunda y la furia por lo que ha generado la decisión de hoy, la violencia no es y nunca puede ser la respuesta. Aquellos que la empleen deben ser perseguidos».