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Mar, Abr
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El retraso en las elecciones que propone Trump, en manos de la Cámara y el Senado

Política
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El presidente carece de competencias para aplazar los comicios, pero lo sugiere para cuestionar la credibilidad del voto por correo y la legitimidad de los resultados

(ABC) «Recuerda mis palabras: creo que va a tratar de retrasar la elección de alguna forma, buscar un argumento para que no se puedan celebrar», dijo Joe Biden, el candidato demócrata a la presidencia de EE.UU., sobre su rival en noviembre, Donald Trump, que va a por la reelección. Era en el mes de abril, cuando la pandemia de Covid-19 estaba -eso se creía entonces- en el peor momento, con una crisis sanitaria y económica haciendo sombra a la recta final del primer mandato del multimillonario neoyorquino. Entonces, la campaña de Trump despachó con críticas las palabras de Biden. «Son divagaciones incoherentes y conspiradoras de un candidato perdido», reaccionó Tim Murtaugh, director de comunicación de la campaña. «La teoría conspiradora de Joe Biden es irresponsable y no tiene base en la realidad», agregó su segundo, Matt Wolking, en Twitter.

Este jueves, sin embargo, Trump les quitó la razón y sugirió el retraso de las elecciones, previstas para el próximo 3 de noviembre . «¿Retrasar la elección hasta que la gente pueda votar de forma correcta y segura?», planteó el presidente en su cuenta de Twitter. La razón que esgrime Trump es la expansión del voto por correo en muchos estados ante la incidencia de la pandemia de Covid-19.

Trump argumenta, sin que haya evidencias de ello, que las elecciones de 2020 «serán las más erróneas y fraudulentas de la historia» y «una gran vergüenza para EE.UU.».Trump sabe que no tiene competencia para cambiar la fecha electoral. Corresponde, según la Constitución de EE.UU., a los dos órganos del Congreso, la Cámara de Representantes y el el Senado. El primero está bajo control demócrata y es imposible pensar que lo permita. Incluso en la cámara alta, de mayoría republicana, es difícil que haya consenso. «No retrasamos las elecciones», dijo este jueves John Barrasso, senador republicano por Wyoming.

La sugerencia, sin embargo, llega en un momento en el que Trump se descuelga en las encuestas frente a Biden. Varios sondeos en la última semana dan diferencias de hasta quince puntos, y en el acumulado de RealClearPolitics la ventaja para el demócrata es de casi nueve puntos. Lo que es aún más preocupante para el presidente es que Biden también abre brecha en estados clave, aquellos que se necesitan para ganar la elección, como FloridaPensilvania o Míchigan, donde Trump ganó en 2016 por la mínima, y que no puede dejar escapar este año.

El desplome en los sondeos afecta incluso a estados de fuerte implantación republicana, como Texas. Varias encuestas en las últimas semanas dan una ventaja por la mínima a Biden. Recientemente, algunas dan una ventaja considerable en el estado sureño. La del «Dallas Morning News» y la Universidad de Texas, publicada el 12 de julio, le otorga cinco puntos, mientras que la de Morning Consult de esta semana, siete. Trump ha reaccionado a los números siempre de la misma manera: diciendo que las encuestas son «fake» y que ya se equivocaron en 2016. La diferencia que mostraban entre él y Hillary Clinton a estas alturas de la campaña, sin embargo, era mucho menor que ahora.

El mensaje de Trump llegó pocos minutos después de que se conociera el dato de la evolución de la economía entre abril y junio, un periodo en el que la primera potencia mundial se contrajo un 9,5%. Es la mayor caída desde que se empezó a registrar el dato, en 1947. También ayer se supo que volvió a crecer el dato semanal de peticiones de desempleo, que ascendió a 1,4 millones. Hasta la crisis provocada por el coronavirus, la economía iba a ser la gran carta para su reelección.

La defensa del retraso de las elecciones llegó dentro de una serie de mensajes en Twitter en los que aseguraba también que el voto por correo «es una forma fácil para que los países extranjeros se metan en las elecciones», que no proporciona un «recuento preciso» y que «ya está demostrando ser un desastre catastrófico». En esto último, la razón le asiste, en parte, a Trump. El estado de Nueva York no ha acabado de recontar todas las papeletas de sus elecciones primarias, con mucha presencia de voto por correo y celebradas hace más de un mes, el 23 de junio.

«Elecciones amañadas»

El voto por correo se ha convertido en uno de los caballos de batalla de Trump en esta campaña. Lo ha criticado hasta la saciedad, en especial en las últimas semanas, como una puerta abierta a unas «elecciones amañadas». Los estudios muestran que las acusaciones de fraude masivo de Trump sobre esta práctica electoral no se sustentan y que el voto por correo no beneficia más a un partido que otro (aunque, tras la cruzada de Trump contra este tipo de voto, es probable que se movilice menos el electorado republicano, como temen las autoridades del partido en algunos estados). Hay cinco estados -Utah, Colorado, Oregón, Hawái y Washington- que ya realizan sus elecciones completamente por correo y California se ha sumado para este ciclo electoral. El propio Trump voto por correo en las primarias de este año, después de haber cambiado su residencia a Florida el pasado otoño.

Los ataques de Trump son, ante todo, una puerta abierta a la crítica a la credibilidad y la legitimidad de la cita electoral de noviembre y una muestra de que anticipa que no le serán favorables. Es muy probable que la noche del «primer martes después del primer lunes de noviembre» -la fecha que la ley federal impone para las elecciones-, es decir, el 3 de noviembre, no se conozcan los resultados. Podrían tardar días y semanas en llegar, lo que alimentaría la presión de Trump sobre la posibilidad de un fraude. «Depende», respondió en una entrevista reciente en Fox News sobre si aceptará los resultados. «Creo que el voto por correo va a amañar la elección».

Los líderes demócratas reaccionaron ayer con críticas a la sugerencia de Trump. Algunos compartieron información sobre cómo votar por correo. Otros optaron por describirlo como un perdedor. «Está aterrorizado», escribió en Twitter Kamala Harris, que suena para ser la candidata a vicepresidenta con su rival. «Sabe que va a perder frente a Joe Biden».