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Vie, Abr

GUERRA DE UCRANIA... «Quizás estemos al inicio de una tercera guerra mundial»

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UCRANIA: UN AÑO DE GUERRA / Andrei Grachev, quien fuera portavoz oficial de Gorbachov y su director de gabinete, hace balance de la contienda

(ABC).-Andrei Grachev (Moscú, 1941), director de gabinete y portavoz oficial de Mijaíl Gorbachov, hasta el hundimiento fáustico de la URSS; especialista emérito en la historia de las relaciones entre Rusia y Occidente, tiene una visión inquietante del futuro de la guerra imperial de Rusia contra Ucrania: «Quizá estamos asistiendo al principio de una tercera guerra mundial, muy distinta a las anteriores…».

Esta semana, ante un reducido grupo de periodistas europeos, Grachev, profesor invitado de Relaciones Internacionales en Oxford, Kyoto y París, hace un balance provisional de la contienda que, tras la invasión de Ucrania, ahora llega a su primer año: «Putin se dispone a lanzar, o ha lanzado ya, una nueva ofensiva. Ucrania se mueve en la misma dirección. Ambas partes esperan conseguir posiciones de fuerzas, pero el futuro es muy incierto».

A la pregunta de «esa incertidumbre ¿puede durar, meses o años?», Grachev no oculta su inquietud: «La guerra rápida de Putin fue un fracaso. Pero una guerra de posiciones puede durar mucho tiempo. Puede temerse una división de Ucrania, como ocurrió en Corea. Pero un Putin que pierde en todos los terrenos, con una Rusia de fronteras inciertas, con una Rusia que puede temer la descomposición, puede ser un Putin temible».

«Necesito acelerar la velocidad en el cumplimiento de nuestros acuerdos, velocidad de decisiones para limitar el potencial ruso», ha planteado el presidente ucraniano ante representantes de 150 gobiernos

¿Es realista la amenaza del uso del arma nuclear? «Europa es el escenario de una batalla nuclear, desde la crisis de los euromisiles, entre 1977 y 1987», comenta Grachev. Y añade: «Desde el equilibrio del terror, a mediados del siglo XX, el uso del arma nuclear precisamente pasa por la 'amenaza' del uso: hacer saber al adversario que hay un umbral que puede disparar ese riesgo. Los portavoces oficiales y oficiosos de Putin mueven esos peones de manera recurrente. Son avisos que no conviene olvidar».

Fin del reinado

A juicio de Grachev, testigo excepcional de la descomposición de la antigua URSS e historiador de sólida formación universitaria, para intentar comprender los riesgos de inmenso calado a los que se asoma Europa es necesario recordar el origen último de la guerra imperial de Putin: «Se trató, desde el principio, de una manifestación imperial, colonial, para intentar frenar un fin de reinado en Rusia… Tras muchas aventuras y cambios de posición, Putin se dio cuenta de que se estaba desmoronando la antigua potencia rusa, corriendo el riesgo de descomposición, con unas fronteras amenazadas e imprecisas, cuando los EE.UU. y China se consolidaban como grandes superpotencias mundiales. Era importante, para su propia autoridad personal en Rusia, lanzar una gran operación colonial, para restaurar la credibilidad rusa como superpotencia. Parece estar fracasando. Pero ese fracaso en Europa, coincide con triunfos relativos en otros escenarios internacionales».

Desde esa óptica, más allá de las fronteras europeas, Grachev estima que la guerra imperial rusa, en Ucrania, puede interpretarse como una suerte de «principio» una tercera guerra mundial: «Putin puede estar perdiendo la guerra de Ucrania. Ya veremos. Pero cuenta con muchos aliados directos e indirectos en la escena mundial. Vean la simpatía con la que habla Lula da Silva, en Brasil, que es una gran potencia. Escuchen lo que ha dicho Silvio Berlusconi en Roma. Recuerden la «comprensión» con la que habla de Putin la secretaria perpetua de la Academia francesa, Hélène Carrère d'Encausse. Tres cuartas partes de la Humanidad, si no mucho más, están gobernadas por regímenes dictatoriales o autoritarios, que no sienten simpatía por Occidente, EE. UU. y Europa. Muchos de esos regímenes autoritarios prefieren a China o la Rusia de Putin contra Occidente. Desde esa óptica, Putin lleva razón cuando dice que en Ucrania se está produciendo un enfrentamiento de civilizaciones. En la escena mundial, esa guerra de civilizaciones puede tomar el rumbo de una tercera guerra mundial, que será muy diferente a las dos guerras mundiales. Lo que está en juego son dos modelos de sociedad, liberal, occidental, o rusa y china, autoritarias».

¿Golpe de estado?

Ante ese riesgo, ¿es posible imaginar un golpe de Estado, incluso el asesinato de Putin, con un riesgo de guerra civil en Rusia? Grachev tiene sus dudas: «Guerra civil, no. Putin ha encarcelado, persigue y reprime cualquier oposición. Mucha oposición ha tomado el camino del destierro. De entrada, la prioridad putiniana es prolongar la guerra. Pero si no se viesen otros resultados tangibles, hay mucha gente, en Moscú, en los pasillos del poder, que pudieran estar esperando la muerte natural de Putin. Su muerte permitiría un cambio. Pero, por ahora, Putin controla todos los hilos del poder, policial, militar, económico. ¿Hasta cuándo? Vaya usted a saber».