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Jue, Abr

Al menos 60 muertos, entre ellos varios niños y un bebé, al chocar un barco lleno de inmigrantes contra las rocas en Calabria

Mundo
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Hay un centenar de supervivientes y se buscan desaparecidos. «Íbamos más de 250», dicen los testigos

Giorgia Meloni: «El Gobierno se compromete a impedir las salidas, y con ellas la consumación de estas tragedias»

(ABC).- El enésimo viaje de la esperanza se convirtió en una nueva tragedia en el Mediterráneo: al menos 59 inmigrantes, entre ellos 11 menores y un bebé, y 33 mujeres, fallecieron en el naufragio de una embarcación frente a la costa calabresa de Steccato di Cutro, a 20 kilómetros de Crotone, capital de la provincia homónima, al sur de Italia. Procedían de Afganistán, Pakistán e Irán y partieron de Esmirna (Turquía) hace 4 días. Hay 81 supervivientes (en su mayoría afganos) y se busca un centenar de desaparecidos en un mar tormentoso. El balance es provisional y el número de víctimas varía de hora en hora. El viejo barco, en el que se hacinaban unas 250 personas, según algunos supervivientes, naufragó en un mar muy agitado al estrellarse contra las rocas a pocos metros de la costa calabresa. La primera alarma se dio antes de las cinco de la mañana del domingo.

Las altas olas del mar van llevando a la costa los cuerpos, que aparecen desperdigados en la arena a decenas de kilómetros del lugar del naufragio: cuarenta y seis cadáveres fueron encontrados en Steccato di Cutro, otros tres en la playa de Botricello, en la zona de Catanzaro; otros ocho en ‘Le Castella’ de Isola Capo Rizzuto y uno en Crotone. El naufragio ha tenido imágenes dantescas, entre el horror y los gritos de las madres: «Un superviviente me habló de una explosión a bordo y de cuerpos quemados», dijo un socorrista. Los supervivientes fueron trasladados al centro de acogida de Isola Capo Rizzuto, municipio de 17.000 habitantes en la provincia de Crotone. Envueltos en mantas, lloran sin hablar, paralizados por un dolor terrible. Entre el silencio de los supervivientes sobrecoge el llanto de una madre desesperada, que tiene la nariz rota y grita el nombre de su hijo que está desaparecido.
Son pocas las esperanzas de encontrar más supervivientes. El mar podría seguir devolviendo otros cuerpos. En bolsas blanca blancas se depositan los cadáveres. No tienen ni siquiera la dignidad de un nombre. Solo un acrónimo. En una de las bolsas se lee: «Kr14f9», que quiere decir: Crotone, víctima número catorce, mujer, 9 años (edad aproximada).}
La policía ha detenido a un ciudadano turco, sospechoso de ser responsable en este tráfico de seres humanos de la embarcación naufragada en Cutro. Entre los restos del barco, esparcidos en kilómetros de costa, se encontró el documento de otra persona que por el momento no ha sido localizada y que pudo haber huido o estar entre los desaparecidos o víctimas.

Conmoción en Italia
La tragedia ha conmocionado a Italia. El presidente de la región de Calabria, Roberto Occhiuto (Forza Italia) atacó a la UE: «Calabria está de luto, ¿dónde está Europa?». En el escenario del desastre, el alcalde Cutro, Antonio Ceraso, comentó: «Nunca había habido aquí una tragedia de esta magnitud. Es un espectáculo espantoso, que te acompañará toda la vida».

Las máximas autoridades italianas hicieron un llamamiento para que intervenga Europa y afronte el grave problema de la inmigración. Así lo ha hecho el presidente de la República, Sergio Matarella: «Es fundamental que la Unión Europea asuma finalmente la responsabilidad concreta de gobernar el fenómeno migratorio para apartarlo de los traficantes de seres humanos, apoyando la cooperación para eliminar las causas profundas de los flujos de migrantes; guerras, persecuciones, terrorismo, pobreza, territorios inhóspitos por el cambio climático».

La primera ministra, Giorgia Meloni, subrayó que «es criminal botar un barco de solo 20 metros de eslora con hasta 200 personas a bordo y con pronósticos meteorológicos adversos. El Gobierno –añadió Meloni– se compromete a impedir las salidas, y con ellas la consumación de estas tragedias, exigiendo la máxima colaboración de los países de salida y de procedencia».

«Es criminal botar un barco de solo 20 metros de eslora con hasta 200 personas a bordo y con pronósticos meteorológicos adversos»

Giorgia Meloni

Primera ministra italiana

Igualmente, el ministro del Interior, Matteo Piantedosi planteó la exigencia de evitar las salidas de inmigrantes: «Es absolutamente necesario contrarrestar con firmeza las redes de la inmigración irregular, y continuar con todas las iniciativas para frenar las salidas».

También han expresado su dolor por la tragedia las autoridades europeas, comenzando por la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen: «Todos juntos –escribió en un tuit–, debemos redoblar nuestros esfuerzos sobre el Pacto por la Migración y el Asilo y en el Plan de Acción para el Mediterráneo Central». También el Papa Francisco en el tradicional ángelus dominical expresó su «dolor por el naufragio».