Dinorah Santana, exesposa del futbolista, acusado de violación y en prisión condicional, sigue confiando en su inocencia. Lo explica en una entrevista en Sport
Dani Alves sigue en prisión incondicional sin fianza, acusado de presunta violación a una joven de 23 años en un lavabo de la discoteca Sutton la madrugada del 30 al 31 de diciembre pasado. Dinorah Santana, la primera esposa del futbolista y la madre de sus dos hijos (de 15 y 16 años), ha roto su silencio para defender la inocencia del brasileño. Así lo ha expresado en una entrevista que ha publicado el diario Sport. «No estoy bien. Nadie que conozca a Dani, que le quiera, que forme parte de su vida, puede estar bien por la situación que pasa. No creemos en lo que está pasando. Es increíble. Ni en la peor pesadilla podíamos imaginar algo así. No estamos bien. Ni yo, ni los niños. Está siendo muy complicado cada día que pasa», empieza explicando.
Dinorah asegura que tiene previsto trasladarse a Barcelona. «Los niños lo viven mal porque no pueden ver a Dani. Estamos programando el viaje para ir a España cuando salga la fecha de la vista. Iremos para verlo si sale. Al mismo tiempo, visitaremos colegios porque nos mudaremos a Barcelona. A final de mes, iremos a Barcelona. Nosotros tenemos un piso al lado de la casa de Dani. Lo hemos mantenido. Estaremos allí con él». La exesposa de Alves relata cómo se enteró de lo que había sucedido: «El 31 me contactó una periodista por si queríamos hablar de lo que había pasado la noche anterior en el Sutton. Llamé a Dani, pero no cogía el teléfono porque hacía la siesta. Pensaba que había habido alguna pelea. Gente próxima me llamaron y me dijeron que estuviera tranquila, que Dani estaba bien, que no había ningún problema, que no había pasado nada, que todo normal. Creo que fuí la primera en enterarme que pasó algo».
Dinorah inicia la defensa de Alves y se ampara en la presunción de inocencia: «Están condenando a Dani previamente, sin que haya sido juzgado. Dani sería incapaz de deshonrar a una mujer. Estuve casada durante 10 años y le conozco desde hace 22. Todo el mundo que está en el entorno de Dani, desde la que limpia su casa de Brasil, Barcelona... Todo el mundo sabe quién es y que no sería capaz de cosas como esta. Duele bastante la situación». Y añade: «Todo el mundo juzga por información generada en la prensa que no son ciertas del todo. Y cada uno hace su propio juicio. Los hechos lo sabrán los jueces, abogados…. Dani está en la cárcel por un riesgo a huir porque tiene otra nacionalidad y porque tiene una vida financiera muy confortable que podría huir. No está en la cárcel porque nadie le vea culpable o inocente. Esto se verá en un juicio que se celebrará. Se juzga la situación por lo que se ha escuchado, pero hay un secreto de sumario y nadie tiene acceso a estas evidencias de lo que realmente ha pasado».
Dinorah deja muy clara su postura cuando el periodista le pregunta si pondría la mano en el fuego por él: «No. El cuerpo entero pondría por él». Y revela que aún no ha podido comunicarse con él: «No hablé con Dani. En la situación en la que está, no está receptivo ni con ánimos de verse con gente en prisión. No estaría ubicándose en lo que pasaba. Es tan surreal para nosotros… imagínate para él que está allí dentro. Yo, que estuve en Barcelona, me tuve que volver a Brasil porque los niños no se encontraban bien. Dani quería que estuviera con los niños. Volví para recogerlos, para estar con mi hija que se había sometido a una cirugía y estaba en la recuperación. Cuando el médico la deje ir, volveremos a España para reencontrarnos con él».
«Tengo ganas de abrazarlo, de apoyarle, de estar con él. Pero hay que respetar su espacio por si no se siente bien que le vean los niños o yo estando allí dentro en la prisión. Él mismo no se debe ver allí dentro. Debe ser muy difícil», apunta y comenta las conversaciones que ha tenido con sus abogados: «Nos dicen que está bien, fuerte, dentro de lo que cabe. Que hay que luchar y que se está manteniendo fuerte. Si se derrumba... ¿Qué vamos a hacer entonces? Está triste. Ve algunas cosas en la prensa que no le gusta. Se preocupó mucho por los niños porque esto le afecta. Llegamos a pasar por la situación que les escribían a los niños por Instagram. Por más que lo tengan cerrado, y que yo les decía que no miraran, lo han hecho y les ha acabado afectando. Saben que su padre no ha hecho esto».
Dinorah se siente afectada por el estado de sus hijos. «Han llorado mucho, mucho. Están bastante afectados. Toda la gente, incluso para apoyarlos, hablan del tema y tocar la situación que duele. Duele imaginar lo que pasará su padre, la impotencia», explica y evita pronunciarse sobre la víctima: «No pienso en ella. No queremos opinar. Lo único que sabemos es que él no es así. Tampoco hemos tenido acceso a la acusación. Lo que se dice en la prensa no se sabe si es cierto. Sí lo es. Algunas lo son, otras se sacan de contexto».
La exmujer y exagente de Alves prosigue detallando aspectos: «Han rescindido contratos deportivos o de publicidad. No estamos preocupados. Son cosas que suman para destrozar su vida, pero todo se pondrá en su sitio. Lo importante es que esté bien, sentirse apoyado. Su familia está a su lado porque sabemos quién es. Entiendo que el mundo es como es. Salen noticias y la gente juzga a su manera. Yo tengo que decir que Dani no es así. Jamás deshonraría a una mujer». Y refuerza su discurso: «Para que tenga una idea, en 20 años jamás me habló con un tono más alto. A veces discutes, pero jamás me trató mal. De cómo trataba a las mujeres de alrededor. A mí, a mi hija, la princesita, al niño también. Dani siempre ha tenido una colocación que una mujer debe ser tratada como una reina. Lo trae de su padre. Del respeto que tiene a su madre. Es así con las personas en general. Y lo puede decir cualquier trabajador suyo, chófer, trabajadora… Imagina en una mujer en una situación de este nivel. Para mí es imposible creer esto».
Por último, Dinorah explica quién lleva los asuntos de Alves: «Nuestro matrimonio no iba bien y nos separamos, pero mantuvimos la amistad. Hubo un tiempo que fui su agente. Cuatro años después, Dani me presentó a Fran Sergio, que ahora es mi marido. Quería que fuera su agente. Y ahora el agente es mi actual marido».