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Vie, Abr

CORONAVIRUS... Así se preparan los estadios para la vuelta del público

Deportes
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Además de las medidas de seguridad, los clubes buscan maximizar sus ingresos ofreciendo a sus fans nuevas experiencias que transformarán su forma de vivir el deporte en los campos

(ABC).- Es Navidad, época de deseos, y el regreso de los aficionados a los campos de fútbol y pabellones de baloncesto es uno de los más repetidos en los hogares españoles. Porque no se entiende el deporte sin seguidores en la grada, cuyo aliento impulsa a los deportistas y contribuye a mejorar el espectáculo, y porque son ya muchos meses con los estadios huérfanos y sin alma. Ausencia que ha sumido en dificultades económicas a los clubes y que parece tener, al fin, los días contados.

 

Así, dentro de la lenta desescalada de la pandemia, la inevitable vuelta de los fans a los recintos deportivos en España está cada vez más cerca. Irene Lozano, presidenta del Consejo Superior de Deportes (CSD), confirmaba hace unos días que en enero se estudiará ya la posibilidad de permitir un regreso escalonado de seguidores en las ligas profesionales, que llevan diez meses con los estadios vacíos. Luz verde que aún tendrá que pasar varios filtros y que exige una preparación previa de los estadios, adaptándolos a las nuevas necesidades de seguridad sanitarias, pero dotándolos al mismo tiempo de nuevas herramientas que ayuden a los equipos a obtener más beneficios a pesar de contar con un aforo más reducido. Son los estadios de la era pos-Covid, en los que se trabaja desde hace tiempo y cuyas medidas cambiarán para siempre la experiencia de los seguidores dentro de los campos.

 

Acudir a un estadio nunca volverá a ser lo mismo. El coronavirus ha alterado para siempre parte de los hábitos de la gente y el deporte en directo no es ajeno a estos cambios. «Muchas de las medidas que se pondrán en marcha en las próximas semanas llegan por culpa del Covid-19, pero la mayoría se quedarán para siempre. Porque más allá de las implantadas por seguridad sanitaria, otras muchas lo que harán es mejorar la experiencia del aficionado y no se volverá atrás con ellas. Eran ideas que quizá estaban pensadas para que aterrizaron dentro de cinco o diez años y lo que ha hecho la pandemia es adelantarlas», explica a ABC Fran Carrasco, CEO de Molcaworld, empresa española dedicada a la revitalización de estadios y su adaptación en tiempos de crisis.

 

Entre esas medidas a las que aludía Carrasco, las más importantes, las que deberán cumplir sí o sí los clubes si es que quieren ver de nuevo público en sus gradas, son las sanitarias. La llegada al campo y la entrada al recinto es el momento más caliente, en el que tanto el Gobierno como LaLiga y la ACB deberán poner más cuidado. Así, se tendrá que dotar a las instalaciones de sistemas de control de temperaturasalas médicas para aislar y tratar a los seguidores sospechosos de estar contagiados o arcos nebulizadores de ozono para desinfectar pertenencias o vehículos. «La zona de tornos es una de las más importantes, pues ahí se controla quién accede al recinto. Nuestra recomendación está siendo la instalación de cámaras de control térmico, que se han revelado como un instrumento económico y muy eficaz y detectan con rapidez cualquier anomalía sin tener que obligar al aficionado a pasar un control individual para ver si es apto.

 

Luego, lo ideal en el resto del estadio es que el aficionado evite el contacto, por lo que es preferible instalar elementos que no necesiten interacción como puertas automáticas, inodoros de refresco programado o grifos con sensores. Una de las claves de la nueva arquitectura es evitar el contacto, que es algo que está perfectamente desarrollado en la industria y perfectamente aplicable», señala a ABC Mark Fenwick, socio director del estudio de arquitectura Fenwick-Iribarren, responsable de decenas de proyectos deportivos alrededor de todo el mundo.

 

Dentro de esa transformación de los estadios, todo estará pensado para contribuir a mejorar la experiencia del aficionado. Se reducirá el aforo, como es lógico, pero eso no tiene que ser algo negativo. Hoy, la distancia entre asientos es mínima, lo que hace que muchas veces tenga que vivirse el partido «codo con codo» con la persona de al lado. «Se tenderá a que los asientos estén más espaciados.

 

y con eso se contribuirá a reducir el riesgo de contagio, pero también a darle al aficionado una serie de servicios que le hagan más agradable el día de partido. Es el momento para esta revolución», señala Carrasco, cuya empresa ha revitalizado la mayoría de los estadios de LaLiga y que tiene entre sus proyectos la remodelación del Azteca de México. Coincide en esa idea Fenwick, convencido de que ese es el futuro y que ya está aquí. «En los estadios que estamos renovando, lo importante es crear zonas de restauración, comerciales o simplemente lugares donde estar. Si tenemos en cuenta que el aficionado va a llegar antes al estadio, pues la entrada debe ser escalonada, hay que darle cosas para hacer dentro. En estos primeros meses, marcados aún por la pandemia, serán actividades alejadas del contacto, pero luego ya habrá experiencias de todo tipo», afirma el arquitecto.

 

Menos aforo, más ingresos

 

Así, se trabaja ya con aplicaciones para el móvil que permitan hacer un pedido al bar mientras se ve el encuentro o que se haga entrega de cualquier elemento de merchandising sin necesidad de desplazarse a la tienda o hacer cola en la caja. «Son tecnologías que ya existen aunque hasta ahora raramente se utilizaban, al menos aquí en España. Ahora es algo que se acelerará y que terminará por llegar más pronto que tarde a los estadios», reconocen ambos expertos.

 

Una de las preocupaciones de los clubes es la reducción de los ingresos por día de partido al haber menos aficionados. «Se deben introducir experiencias nuevas que ayuden a rentabilizar el negocio y aumenten el ticket medio por seguidor. Así, será posible pagar por ver cómo salen los jugadores del vestuario, cómo interactúan entre ellos en el túnel antes de salir o asistir en primera persona a la rueda de prensa y la zona mixta posterior al encuentro», apunta Carrasco. Se refiere a la posibilidad -que ya existe en algunos estadios- de vivir in situ la salida de los jugadores del túnel de vestuarios, de escuchar la rueda de prensa o sentarse junto a los suplentes en el banquillo. Además, en uno de sus últimos proyectos, han ideado la creación de una sala 360 que permitirá a los seguidores ver la puerta de los vestuarios, el túnel de salida, la sala de prensa y la zona mixta. «Es como una 'pecera' opaca para los jugadores, pero que permite al aficionado ver a sus ídolos saliendo al terreno de juego o dando sus explicaciones a la prensa. Es algo inédito en el mundo del deporte, por lo que muchos aficionados están dispuestos a pagar, porque hace la experiencia mucho más especial», afirma.

 

Además, debe abandonarse la idea de que los recintos deportivos son solo eso y abrirlos también fuera de los días de partido. «Tienen que ser espacios que tengan un uso de siete días a la semana e, incluso, que cumplan una función para la comunidad, con áreas para la 3ª edad, guarderías, áreas médicas… Tienen que ser multiusos, multifuncionales. Como una navaja suiza», señala Fenwick, cuyo estudio ha sido el encargado, entre otros, del diseño de varios estadios del Mundial de Qatar.

En definitiva, una revolución que transformará la forma de vivir los partidos y ayudará a paliar el golpe económico que ha supuesto la pandemia para muchos equipos, que han tenido que llevar a cabo medidas económicas drásticas para sus trabajadores.