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Vie, Abr

La justicia rusa revoca la licencia al periódico 'Nóvaya Gazeta' y sentencia a 22 años de cárcel a un periodista crítico con el Kremlin

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Moscú justifica esta prohibición al periódico por no haber realizado un trámite administrativo).- 

(ABC) La lucha del presidente ruso, Vladímir Putin, contra la prensa independiente adquiere ya tintes inmisericordes. La Justicia por él tutelada, los juzgados que formalmente se supone actúan conforme a Derecho, revocaron este lunes la licencia del bisemanario Nóvaya Gazeta, en donde escribió la reportera asesinada Anna Politkóvskaya y cuyo director, Dmitri Murátov, fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 2021. Y, paralelamente, el periodista experto en temas de defensa, Iván Safrónov, fue condenado por el Tribunal Municipal de Moscú a 22 años de cárcel en régimen severo por dos delitos de «alta traición».

Safrónov, de 32 años de edad, tendrá además que pagar una multa de 500.000 rublos (más de 8.300 euros) y, una vez cumpla la condena, tendrá encima restringidos sus movimientos dentro de Rusia durante dos años. La acusación de «alta traición» fue presentada por el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, antiguo KGB) referida a dos episodios diferentes: En 2015 Safrónov le pasó al politólogo Demuri Voronin, que tiene ciudadanía rusa y alemana, información sobre las tropas rusas en Siria, y, en 2017, a través de su amigo, el checo Martin Larysh, proporcionó información secreta a los servicios secretos de la República Checa.

 

La subasta ha sido llevada a cabo por Heritage Auctions, con sede en Estados Unidos, y ha sido retransmitida en directo por el diario 'Novaya Gazeta'

Pero el periodista ruso lo niega y se declaró inocente desde el primer momento. Sus abogados sostienen que incluso los testigos de cargo confirmaron durante los interrogatorio que no hubo traición, y que Safrónov jamás tuvo acceso a secretos de Estado. Su labor de investigación fue puramente periodística. El letrado Evgueni Smirnov ha asegurado que la fiscal Elvira Zotchik le propuso que la sentencia sería solamente de 12 años, si se declaraba culpable, pero Safrónov rechazó la proposición, insistió en su inocencia y, en su última palabra al terminar el juicio, subrayó que la persecución que padece es debida a sus trabajos como periodista, no a ningún tipo de traición o espionaje.

«Si crees lo que asevera la Fiscalía, en algún momento no establecido, en alguna fecha no determinada, de algunas personas no identificadas extraje algo secreto. Buscaron a estos míticos portadores de secretos, pero no los encontraron. ¿Por qué? Tengo una respuesta: porque no existen personas de las que jamás haya podido averiguar algo secreto», manifestó el periodista cuando finalizó la vista.

Voronin exoneró a Safrónov mientras la publicación «Proyekt», tras estudiar los documentos del caso, llegó a la conclusión de que la mayor parte de la información supuestamente clasificada que manejó el periodista y que transmitió a Occidente está disponible en Internet. La BBC cree que el artículo que escribió detallando el contenido de un contrato de suministro de aviones de combate rusos a Egipto podría ser la verdadera razón de la persecución desencadenada contra él.

Fue detenido en Moscú por agentes del FSB el 7 de julio de 2020. En ese momento ejercía como asesor de Roskosmos, la agencia espacial rusa. El FSB aseguró entonces que Safrónov, siguiendo las instrucción de un departamento especial de la OTAN, «recopiló y transmitió a su contacto -en la Alianza- información sobre cooperación técnico-militar, venta de armas, defensa y seguridad de Rusia».

Sin contacto con sus familiares

Durante casi dos años desde su arresto, al periodista no se le permitió ver a sus familiares, incluso se le prohibió llamar a su madre el día de su cumpleaños. Dos de sus abogados, Iván Pávlov y Evgueni Smirnov, se vieron obligados a abandonar Rusia a causa de las presiones, y otro, Dmitri Talántov, fue arrestado y acusado en un caso de «falsificaciones» relacionadas con el Ejército ruso, asegura la publicación Meduza. Pávlov dijo tras el arresto que el carácter del juicio a puerta cerrada, alegando secretos de Estado, «facilitará el amañamiento de las pruebas al no haber transparencia ninguna».

Tras haber recibido el segundo y definitivo aviso de las autoridades por haber incumplido la ley 'anti-fake', anuncian que paralizarán sus actividades hasta que haya concluido la «ofensiva militar» sobre Ucrania

Safrónov escribió durante 10 años para el prestigioso diario Kommersant, de donde salió tras el escándalo que se formó por un artículo suyo asegurando que la presidenta del Consejo de la Federación (Cámara Alta del Parlamento ruso), Valentina Matviyenko, había caído en desgracia e iba a ser destituida. En 2019, había publicado un material que levantó controversia sobre el contrato de venta a Egipto de 20 aviones de combate Sujói-35. Después pasó a trabajar en Védomosti, pero, en mayo de 2020, tras ser nombrado como nuevo director del periódico, Andréi Shmárov, se fue a Roskosmos.

El padre de Safrónov, del mismo apellido y también de nombre Iván, fue igualmente periodista militar y columnista de Kommersant. Murió el 2 de marzo de 2007 tras caer desde el quinto piso del edificio en donde vivía, aunque su apartamento estaba en el tercer piso. Se especuló con su posible asesinato, pero, al final, la Justicia rusa dictaminó que fue un suicidio.

Por otro lado, el tribunal Basmanni de Moscú reconoció ayer como «no válido el certificado de registro de la versión en papel de Nóvaya Gazeta». La persecución de la prensa crítica con el poder ya iba en aumento en los últimos años, pero la invasión de Ucrania la ha exacerbado. Numerosas páginas web de distintas publicaciones han sido bloqueadas y un gran número de periodistas rusos han tenido que abandonar el país. El fallo judicial contra Nóvaya Gazeta fue consecuencia de la denuncia presentada a finales de julio por el regulador ruso, Roskomnadzor, que argumentó la ausencia de los estatutos de la redacción al registrarse nuevamente ante la Administración. En otras dos denuncias separadas, también presentadas en julio, Roskomnadzor solicitó anular las autorizaciones de la edición digital y de una nueva revista del mismo editor. Dichas demandas serán examinadas por la Justicia rusa durante el mes de septiembre. Nóvaya Gazeta no se publica desde finales de marzo. Su dirección suspendió la publicación en Internet y en papel por temor a represalias contra sus periodistas debido al posicionamiento crítico del rotativo en relación con la ofensiva rusa contra Ucrania.

 

Desde su creación en 1993, seis periodistas y colaboradores del bisemanario fueron asesinados, entre ellos Politkóvskaya. La redacción de Nóvaya Gazeta ha publicado una carta de apoyo a Safrónov.