El infierno que deja un gobernador que "nunca pudo poner orden y paz".
Gobernar #Guerrero no es comer enchiladas o administrar un municipio de una de las entidades más complicadas y complejas del país, por su propia naturaleza. Para bendición de algunos y maldición de otros, llegó hace casi seis años el priista y gente de viejo cuño del clan de los Figueroa, #Astudillo Flores al gobierno de Guerrero. Muchos llegaron a pensar que Astudillo Flores, a punto de cerrar su proceso de entrega-recepción de la administración en gobierno de Guerrero, cambiaría consustancialmente las condiciones de vida de los miles de pobres que viven en pueblos y comunidades apartadas de la Sierra y Montaña, pero todo quedó en eso, en un deseo.
El lema de su campaña, cómo olvidarla, “Orden y paz”, pero no le alcanzaron los casi seis años de gobierno para someter a grupos de la delincuencia organizada que hicieron su agosto durante toda su administración. Y en su primer día de haber tomado posesión como gobernador del estado, fue recibido a punta de balazos en Acapulco, donde habrían baleado a uno de sus escoltas, y según se supo murió por las secuelas en un hospital. Esto sería apenas el principio de los dolores de angustia del mandatario que fue muy conocido por “ser muy rencoroso”. Fueron pasando los días, semanas y meses, pero las condiciones de vida de los guerrerenses no mejoraron. Al tiempo la violencia permeó cada rincón de la entidad. La justicia social nunca llegó a los pueblos, como tampoco el “orden y paz”, que había prometido durante su campaña.
En medio de un estado sumido en la pobreza extrema, violencia, desapariciones y dolor de decenas de familias que enterraban a sus muertos víctimas de la delincuencia, generaron aún más dolor al sufrimiento que ya de por sí experimentaron. El gobernador Astudillo Flores, no tuvo recursos para medicamentos que escaseaban en hospitales, pero sí, millones de pesos del presupuesto para salir todo los días en las portadas de los periódicos locales y nacionales así como aparecer en la radio y la televisión.
Hubo mucha prensa que lo ajustaban en sus medios digitales, mientras que otros se granjearon su favor. La añorvista, Érika Lührs Cortés, directora de comunicación social, la mujer más odiada por la prensa de los municipios, supo gastar los millones de pesos en mantener vigente la imagen de un gobernador que todo lo que hacía le salía mal. A pesar de no poder cumplir con su promesa de campaña, se dedicó hacer el negocio de su vida, en la llamada obra social. Con sus amigos de su lado, hicieron todo cuanto pudieron para no quedar como llegaron. En todo lados, dicen que el gobernador se va sin haber hecho gran cosa, pero eso sí, bien cuajado. Entre que sí se hizo millonario o no, no pudo con el paquete. Nado de a muertito y sobrellevar el barco para que no hundiera.
Solo para darnos una idea de lo venenoso que fue su gobierno, basta con citar las palabras del dirigente del CECOPO, Marco Antonio Suástegui, quien una y otra vez, lo señaló de ser un “Narco-gobernador”, junto a su asesor estrella, César Flores Maldonado, que hicieron todo lo posible por comprar tierras en los llamados Bienes Comunales de Cacahuatepec, porque llegaron a pensar que se iba hacer la Presa la Parota.
Historias de terror en Guerrero donde involucran a gobernador, son muchas. El gobernador del estado, señalado de favorecer a grupo de la delincuencia, aparecía en los titulares de algunos periódicos que no tenía convenios con esa administración. El infierno que se vive aún en Guerrero, es algo que la gente ya no desea experimentar jamás. El dolor de las madres que entierran a sus hijos, jóvenes adolescentes que no tuvieron la oportunidad de estudiar para salir adelante, fueron a parar a las filas de la delincuencia y luego al cementerio.
Borrar la historia del horror, no se puede. Cuántos luchadores sociales no fueron acribillados durante su gobierno, muchos. Periodistas asesinados, son parte de ese negro historial que dejará el gobernador Astudillo Flores. Si vemos este enorme sufrimiento comparado con lo poco que pudo haber hecho en materia de la llamada obra social, no es nada. El problema de la inseguridad sigue y la carencia de medicamentos, médicos y enfermeras en hospitales también. Entonces muchos se preguntan qué hizo el señor Astudillo, otros contestarán que se hizo millonario.
Gracias a su pésimo gobierno, abrió la puerta para que el Movimiento de Regeneración Nacional(Morena) llegará coronando a la contienda electoral del 2021. Antes el señor excelentísimo gobernador, pudo colocar a su hijo en una diputación, además de regalar en bandeja de plata varias notarías a sus amigos y compadres, para que luego que necesite de sus servicios estén a su entera disposición. Ahora, viene una nueva historia para Guerrero y el presidente de México o sabe. Cómo no recordar aquellas ocasiones en las que el mandatario le habría dicho al presidente que si no se respetaba su investidura, se iba del gobierno, está también en las páginas de la historia. Se le puso como luego dicen, al tú por tú, a un presidente que sabe y conoce las reglas en ese nivel de política.
Habría que ver si la promesa del presidente de #México, Andrés Manuel López Obrador, se cumple. Ningún gobernador que durante su mandato, desvíe recursos del presupuesto quedará impune. Habrá una revisión de en qué se gastaron los miles de millones de pesos en un estado pobre como Guerrero, porque la pobreza extrema sigue y la violencia también. Ya es justo que todo gobierno rinda cuentas y aquel que use mal esos recursos sea castigado con todo el peso de la ley, para escarmiento de los que llegan al poder.
Hoy el presidente de México, acelera el paso y viene al estado a informar que vienen cosas mejores. Ahora con la llegada de Evelyn Salgado Pineda, por #Morena y Abelina López Rodríguez al gobierno de uno de los 81 municipios más importantes de Guerrero, las cosas pueden cambiar de golpe. Se observa el interés de #AMLO por atender la vieja demanda social de “primero los pobres”. La voluntad política de Andrés Manuel por Guerrero, una cuna que lo vio crecer y lo ha apoyado con todo, es más que evidente. “Amor con amor se paga”, habría dicho en más de una ocasión el presidente más querido de la historia de este país. Y no es para menos, si la nueva gobernadora y la alcaldesa de Acapulco, hacen un excelente papel, estarían afianzando el triunfo electoral del 2024.