Con su elección, el presidente electo sigue los pasos de Trump, que colocó al frente del Departamento a otro general retirado
(ABC).- Joe Biden planea nombrar a Lloyd Austin para el puesto de secretario de Defensa, según han adelantado este lunes varios medios estadounidenses, como «Político» o «Bloomberg». Este general retirado, de 67 años, se convertirá así en el primer negro al frente del Pentágono.
La minoría negra ha formado parte de las filas del ejército de EE.UU. desde la Guerra de la Independencia y la creación del país, pero su presencia en la cúpula militar ha sido muy limitada.
Austin ha sido también el único negro en la historia de las Fuerzas Armadas del país en liderar el Comando Central, el principal comando de combate y que afecta a la mayoría de las regiones en las que EE.UU. está involucrado en conflictos bélicos, como Afganistán, Irak, Yemen o Siria.
Austin es un militar de prestigio, que ha tenido muy poca voz política y muy reverenciado dentro de las filas, en especial entre los miembros de la minoría racial, que le ven como un ejemplo de cambio en una cúpula dominada por blancos.
Con su elección, Biden sigue los pasos de Donald Trump, que colocó al frente del Departamento de Defensa a otro general retirado, James Mattis, nada más llegar a la presidencia. Como Mattis, Austin necesitará un permiso especial del Congreso, ya que lleva menos de siete años fuera de servicio, el tiempo que la ley impone para que los militares estén al frente del Pentágono.
Trump reverenció al comienzo a Mattis y a su pedigrí militar, pero acabaron enfrentados: el general dimitió a finales de 2018 y le criticó con fuerza una vez fuera del Gobierno y el presidente ahora le califica como el «general más sobrevalorado del mundo».
Habrá que ver cuál será la relación entre Biden y Austin. El entonces secretario de Defensa cuando Austin fue nombrado para liderar el Comando Central, Chuck Hagel, celebró de él su «actitud calmada, visión estratégica, experiencia y conocimiento regional y capacidad de juicio probada». Pero Austin también se ha demostrado capaz de cometer resbalones. En una comparecencia en el Congreso, no fue capaz de responder qué había pasado con una partida de 500 millones de dólares dedicados a formar un ejército sirio de oposición a Bashar al Asad.
Es imposible desligar su nombramiento de las presiones que recibe Biden de diferentes grupos durante el proceso de formación del que será su Gabinete a partir de su investidura, prevista para el 20 de enero.
Hasta el momento, Biden no había elegido a ningún miembro de la minoría negra para algún cargo de alta responsabilidad en su Gobierno. Austin no estaba el primero en las quinielas para el puesto en Defensa. La favorita era Michelle Flournoy, que aspiraba a convertirse en la primera mujer en el cargo.
Según «Bloomberg», el diputado James Clyburn presionó a Biden para que el jefe del Pentágono fuera por primera vez una persona negra. Clyburn, el demócrata de más alto rango en la Cámara de Representantes, fue decisivo en la victoria de Biden en las primarias. Cuando su campaña iba a la deriva, le ofreció su apoyo justo antes de la votación en su estado, Carolina del Sur, donde Biden se impuso con fuerza y resucitó su candidatura.